De los quince jóvenes multimillonarios que destacó la revista Forbes -en su ranking histórico- hay un único denominador común: la fortuna. Pero no sólo eso que les permite tener millones de dólares en sus cuentas y viajar por el mundo, sino también el de ser hijos de sus padres, quiénes fueron los arquitectos del estatus que ahora disfrutan estos multimillonarios menores de 30 años. Los especialistas reconocen que, lejos de ser una excepción a la última medición, apenas es una primera ola de la “gran transferencia de riqueza” en la que se espera que más de mil magnates transmitan más de 5,2 billones de dólares a sus herederos en los próximos años.
La multimillonaria más joven del mundo es Livia Voigt. A los 19 años, Forbes estimó la fortuna de la adolescente brasileña en más de 1.100 millones de dólares, “gracias a una participación del 3,1% en WEG Industries”, un productor brasileño de equipos eléctricos cofundado por su abuelo Werner Ricardo. Su hermana mayor, Dora Voigt de Assis, de 26 años, también figura en la lista.
También se incluyen los irlandeses Mistry (Firoz y Zahan), que tienen un estimado de 4.900 millones de dólares debido a los dividendos de Tata Sons, la empresa matriz del conglomerado indio Tate Group, propietario de marcas de automóviles como Jaguar Land Rover. Actualmente, según Forbes, son los menores de 30 años más ricos del mundo. ¿Cómo lo consiguieron? Al heredar la participación del 4,6 por ciento de la empresa en 2022 tras la muerte de su padre, Cyrus Mistry, que falleció menos de tres meses después de su abuelo Pallonji.
Tres hijos de Leonardo Del Vecchio, fundador de la empresa de gafas de sol de lujo Luxottica, también figuran en la lista tras la muerte del empresario. Leonardo María, de 28 años, Luca, de 22, y Clemente Del Vecchio, de 19, heredaron cada uno de la familia una participación del 12,5% en Luxemburgo. – Holding con sede en Delfin, que posee casi un tercio de EssilorLuxottica, la empresa detrás de Ray-Ban y Oakley.
La lista se completa con Gustav Magnar Witzøe, Katharina y Alexandra Andresen, Sophie Luise Fielmann, Kim Jung Min y Kevin David Lehman. En todos los casos, la meritocracia para superar la barrera de los mil millones de dólares pasó por tener el mismo apellido que sus padres.
El periódico británico guardián Citó a varios banqueros para explicar que habrá una transferencia de riqueza como nunca antes en la historia. Pero no será de personas con mayores recursos a aquellas con menos recursos, sino que derivará de un regalo de padre a hijo.. “Durante los próximos 20 a 30 años, es probable que más de 1.000 de los multimillonarios actuales transfieran más de 5,2 billones de dólares a sus herederos. Mirando a más largo plazo, la riqueza excepcional resultante del auge de la actividad empresarial desde la década de 1990 ha sentado las bases para las generaciones futuras de familias multimillonarias”, afirma el artículo.
