Aunque en aquel momento ya se sabía que no sería posible una entrega inmediata, se puso en marcha la formación de pilotos ucranianos. Sin embargo, Kiev todavía está esperando los barcos que llegarían este año y cuya ausencia, según afirma, contribuyó a su principal debilidad en la tan esperada y fallida contraofensiva del verano pasado.
Ucrania confía en que los F-16 lo permitirán atacar las instalaciones desde donde el enemigo lanza sus misiles de largo alcancela fortaleza rusa más grande en el campo de batalla y gracias a la cual domina el aire.
Sin embargo, muchos analistas militares ya han anticipado que La incorporación de estos buques no alteraría la relación de fuerzas dado que el dominio ruso de este terreno junto con sus sistemas de defensa son de mayor magnitud.
Hace algún tiempo, Putin insistió en que “no cambiarán la situación en el campo de batalla” y anunció que “destruiremos sus aviones de combate, del mismo modo que destruimos sus tanques, vehículos blindados y otros equipos, incluidos lanzacohetes múltiples”.
En cualquier caso, la Alianza no se dejó intimidar por estas declaraciones y anunció en las últimas horas que condena los recientes ataques de Moscú en Ucrania y se comprometió a seguir reforzando sus defensas.
“Los continuos ataques de Rusia contra la población civil y la infraestructura crítica de Ucrania demuestran la necesidad urgente de nuestro apoyo continuo”, dijo el Secretario General Adjunto Mircea Geoana, antes de anunciar el envío de más obuses César, unos 800.000 proyectiles y más. ayuda humanitaria.
(Con información de AP)