El periodista y fundador de WikiLeaks, Julian Assange, se encuentra recluido en un “lugar horrible” y “es aterrador verlo deteriorarse”, declaró su medio hermano, el cineasta Gabriel Shipton, al periódico australiano Financial Review.
El hombre, que visitó al activista el mes pasado en la prisión de Belmarsh, al este de Londres, denuncia que “está sufriendo todos los días” y que “su salud está en una condición de alto riesgo”. A Shipton le preocupa que su medio hermano pueda morir si es extraditado a Estados Unidos, ya que su salud física y mental ha empeorado en los últimos cinco años en la prisión británica de alta seguridad.
Después de la visita, Shipton fue a Washington para intentar conseguir apoyo bipartidista en el Capitolio para retirar los cargos contra Assange. El objetivo de las conversaciones era lograr que el Congreso y los funcionarios estadounidenses vieran “un ataque a sus derechos de la Primera Enmienda” en la persecución de su medio hermano.
“Tenemos casi 20 congresistas de ambos lados del pasillo pidiendo a la Administración Biden que retire los cargos”, resumió Gabriel Shipton el resultado de estos esfuerzos, que duraron una semana.
El Departamento de Justicia estadounidense acusa a Assange de conspiración para obtener y revelar información protegida relacionada con las guerras de Irak y Afganistán, 250.000 cables diplomáticos y el trato inhumano a los reclusos en el centro de detención de Guantánamo. , que incluyó atroces actos de tortura que las revelaciones de Assange dieron a conocer al mundo.
El fundador de WikiLeaks se encuentra encarcelado en la prisión de Belmarsh desde abril de 2019, cuando el entonces presidente de Ecuador, Lenín Moreno, dejó que las autoridades británicas lo arrestaran en la Embajada de Ecuador en Londres.
