Gran sorpresa ver a la Reina sentada durante el tradicional beso de manos previo a la cena de gala que los Reyes Guillermo y Máxima de Países Bajos celebraron en honor a nuestros Reyes en el Palacio Real de Ámsterdam con motivo del Viaje Oficial de Felipe VI y Doña Letizia a Holanda para reforzar y dinamizar las relaciones bilaterales entre ambos países. Mientras su marido y sus anfitriones recibían a los invitados de pie -como marca el protocolo-, la madre de la princesa Leonor lo hacía sentada en un taburete alto, lo que provocó que todas las miradas se centraran en Su Majestad, activándose todas las alarmas sobre lo que pasaría con doña Letizia. La explicación radica en el neuroma de Morton que le diagnosticaron en los pies, concretamente en el izquierdo, en junio de 2022, y del que habría sufrido una recaída durante su visita a Holanda. Una dolorosa enfermedad que se suma a la metatarsalgia crónica que padece la Reina -en la planta del pie y que le impide mucho estar de pie-, y que estaría provocada por el uso prolongado de tacones altos, que durante años fueron sus mejores aliados. . El neuroma de Morton es una afección en la zona metatarsiana que se presenta como consecuencia del engrosamiento del tejido que rodea los nervios de los dedos de los pies; Suele aparecer entre el tercer y cuarto dedo, aunque puede llegar hasta la planta, y afecta más a mujeres que a hombres (precisamente por los zapatos de tacón alto y estrecho). Los síntomas que tienen que afrontar quienes lo padecen, como Doña Letizia, incluyen dolor agudo, ardor, picazón, así como entumecimiento en la zona, impidiendo que quien lo padece pueda permanecer de pie por mucho tiempo y llevar una vida normal. . El tratamiento contra el neuroma de Morton pasa, en primer lugar, por el uso de calzado cómodo -de ahí los sensatos zapatos de tacón e incluso planos que ha usado la Reina en los últimos tiempos-, reducir los tiempos en los que pisa el pie y se aplica hielo o algún tipo de tipo de crema antiinflamatoria. También existen ciertos tratamientos no invasivos, como el uso de radiofrecuencia, infiltraciones o inyecciones de cortisona para que la persona que lo padece no vea limitada su vida diaria por dicha dolencia. Y en definitiva, una intervención quirúrgica que haría desaparecer los síntomas y que doña Letizia habría descartado de momento.
