Meghan Markle sigue entregada a sus causas sociales y a sus nuevos proyectos profesionales. Hace apenas unos días, la duquesa de Sussex lanzó inesperadamente su nueva marca American Riviera Orchard, una web inspirada en el estilo de vida californiano que no ha gustado a los seguidores de la Familia Real británica, quienes consideran que no era el momento de lanzar este proyecto.
Ajena a la situación que viven sus suegros, la actriz visitó recientemente a los niños internados en el Hospital Infantil de Los Ángeles. Una visita que se enmarcó en la campaña Haz que marzo importe y eso le sirvió a Markle para demostrar su lado más solidario, leyéndoles cuentos a los más pequeños y haciéndoles fotos personalizadas.
Para la ocasión, Meghan optó por un vestido romántico y primaveral de Oscar de la Renta que ya había estrenado hace unos meses. El protagonista de Trajes Recuperó de su armario un diseño, valorado en 3.240 euros, que destacaba por su estampado de paisaje, con flores y mariposas.
Una delicada pieza de seda que contaba con un top de corte camisero, mangas ligeramente abullonadas y cuello mao, y una falda plisada semitransparente. Una prenda con la que la actriz volvió a deslumbrar con el estilo de lujo silencioso que abandera desde su regreso a California hace cuatro años.
Markle combinó el vestido de Oscar de la Renta, una de sus marcas favoritas, con unas bailarinas negras con pulsera en el tobillo de Aquazzura, su marca de calzado fetiche. Se trata de Amoríoun modelo cómodo y elegante que tienes en tu vestidor desde hace tiempo y que cuesta unos 737 euros.
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La duquesa de Sussex lució joyas de Cartier y lució su larga melena suelta y ondulada. En cuanto a su maquillaje, no se ve bien porque tuvo que llevar mascarilla FFP2, pero está claro que sigue optando por las cejas ombré, mucho más pobladas y definidas, y que también ha cedido a las extensiones de pestañas.
