PhotoEspaña llega a La Lonja con una antología de Pilar Aymerich – .

“Si una fotografía no explica algo, es mejor que no la tomes. Y cuando encuadro, si no ‘veo’ la foto, no disparo”. Ésta ha sido una de las máximas que ha seguido Pilar Aymerich (Barcelona, ​​1943) a lo largo de su carrera profesional. Una enorme trayectoria, que se recoge ahora en la exposición que se inaugura esta tarde en la Lonja Zaragoza, ‘Memoria vivida’ -es difícil encontrar un título más exacto para lo que se presenta- reúne 154 imágenes tomadas por el fotógrafo catalán a lo largo de más de cinco décadas.

Aymerich ha sido catalogado, un tanto precipitadamente, como un ‘fotógrafo de la Transición’ en Cataluña. Pero ella es mucho más. Y esa ha sido la voluntad de Neus Miró, comisaria de la exposición, que se ha esforzado en dar a conocer todas las facetas de su obra. “Queríamos ampliar ese espectro temporal, tanto hacia el pasado como hacia el presente. Se formó en la Escuela de Arte Dramático Adrià Gual de Barcelona, ​​y eso explica mucho de su trabajo, su cuidado por la escenografía en cada imagen, su interés por presentarnos al actor principal, a los secundarios… Incorpora esa teatralidad. en su obra de forma orgánica”, ha apuntado Miró este jueves.

Aymerich descubrió la fotografía en Londres, adonde había viajado, tras su paso por Francia, para estudiar dirección teatral. “Nunca me había interesado la fotografía”, confesó al presentar su exposición. “Pero Soy una persona que vive de la intuición y mi vida no me ha ido tan mal. Estaba muy perdida y hubo un momento en el que pensé en fotografía de forma intuitiva. Llegué a ello para sobrevivir. Escribí desde Londres a mi padre pidiéndole que me enviara una cámara y él me envió un pequeño Voigtländer. Para hacer fotografías no importa la cámara, lo que importa es lo que tienes en la cabeza. Jean-Luc Godard dijo que “el encuadre es una cuestión de moralidad”. Y tenía razón, con el encuadre das a entender lo que quieres explicar. Y con ese pequeño Voigtländer (presente en la exposición) comencé a tomar fotografías”. Era el Londres de la minifalda, de los Rolling y los Beatles, y de las protestas sociales y políticas. Ese Londres rebelde es el que luego recuperaría en Barcelona cuando Ella se reinstaló allí en 1968 y empezó a ser testigo, y fotógrafa, de la Transición.

‘Pilar Aymerich. Memoria viva’ propone inteligentemente varios diálogos en su recorrido: el de la fotografía teatral en Barcelona versus la de Londres; la formación de movimientos sociales en ambas ciudades; los retratos de ella… Aymerich tuvo el privilegio de retratar la vida cultural de su ciudad a lo largo de varias décadas, en un espectro que va desde Josep Pla a Ovidi Montllor, pasando por el caótico e inclasificable Joan Brossa. “Cuando quieres retratar, aspiras a explicarle a una persona -señaló el fotógrafo-, y por eso siempre he buscado ganarme la confianza del retratado, trabajar en su entorno”. Estas fotografías de los años 60 y 70, en riguroso blanco y negro, contrastan enormemente con el bloque que cierra la exposición, ya en color, de mujeres anónimas a las que ha captado frontalmente. El retrato que más le ha impresionado es el que hizo de tres catalanes que habían sobrevivido al campo de concentración de Mauthausen. “Un día me llamó Montserrat Roig para venir urgentemente a su casa. porque los estaba entrevistando allí para un libro en el que estaba trabajando. Los encontré a todos sentados en una mesa y no quise tomarles una foto allí. Caminé alrededor de la casa y encontré una pared. Les pregunté si podían permanecer juntos, como cuando los obligaron a hacer fila en el campo de concentración. Y fue impresionante cómo cambiaron sus caras. El dolor surgió y aparece en la foto”.


La exposición podrá visitarse hasta el 8 de septiembre.
José Miguel Marco

Además de estos diálogos, la exposición incluye dos ‘islas’ que muestran otras facetas del autor. Una de ellas es una sala donde se presenta el cortometraje ‘Entreacto’, rodado en 1974 en 35 milímetros y donde Pilar Aymerich actúa como actriz. Y la otra está formada por imágenes tomadas en Cuba en 1982 (todas en color) o para su proyecto ‘Viajeras a La Habana’ en colaboración con la historiadora Isabel Segura.

En definitiva, un apasionante recorrido por la obra de una creadora que en 2021 fue galardonada con el Premio Nacional de Fotografía, que recibió en Zaragoza. ‘Memoria vivida’, que es la primera gran retrospectiva dedicada a la obra de Aymerich, Se podrá visitar hasta el 8 de septiembre y está incluido en la programación oficial de PhotoEspaña 2024. que este año incluye 84 exposiciones en diversas ciudades españolas. La próxima semana se inaugura en la Torre DKV la exposición ‘Antropología fantástica’, de Lucía Herrero.

 
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