Agencia EFE 24/04/2024 12:16h.
Subastan en Viena cuadro desaparecido de Gustav KlimtEFE
La obra tendrá un valor inicial estimado de 30 o 50 millones de euros, aunque puede haber sorpresas según confirman los expertos
La obra fue encargada por una familia judía que pagó 120.000 euros por adelantado y mucho más dinero en el momento de la entrega.
La obra ha despertado gran expectación en la subasta, cuyo interés se ve incrementado por la identidad anónima del modelo del cuadro.
El misterioso cuadro desaparecido del pintor Gustav Klimt, desaparecido desde hace más de 100 años, parece ser subastado en Viena. La subasta ha generado una gran expectación dado que la obra se desconoce desde hace años su paradero. De hecho, es tal el interés suscitado por este cuadro que su valor inicial es de 30 o 50 millones de euros.
Claudia Mörth-Gasser, de im Kinsky, la casa de subastas encargada de organizar esta gran venta, asegura que “es un cuadro con el que puede haber sorpresas, siempre que han aparecido en subasta cuadros de Klimt han obtenido muy buenas subidas. Lo que podemos decir es que el precio estimado está moderadamente fijado”.
De esta obra se sabe que el pintor recibió 10.000 coronas de antemano y se estima que habría recibido muchos más al entregar esta pieza terminada. La pintura fue encargada por el mentirosouna familia de empresarios judios que sufrió la persecución nazi cuando Austria Se unió al Reich alemán en 1938.
El cuadro fue un encargo de una familia judía que tuvo que huir del régimen nazi.
De esta obra se perdió la pista en 1925, año del que se trata de una fotografía en blanco y negro tomada con motivo de los preparativos de una retrospectiva de Klimt que se celebró al año siguiente, y en la que ni siquiera se sabe si llegó a exponerse. Hoy se sabe que fue vendido y que desde la década de 1960 Estaba en una mansión en las afueras de Viena. Varios familiares tuvieron que huir Austria durante el nazismo y Lilly Lieser, un conocido mecenas, fue asesinado en el campo de exterminio de auschwitz.
Después de la Segunda Guerra Mundial, sus hijas regresaron a Austria y reclamaron propiedades confiscadas por los nazis, pero la pintura no se menciona en esa petición.
Hace 18 meses, Ernst Ploil, uno de los gerentes de im Kinsky y experto en arte, recibió una llamada de alguien que dijo que había heredado la pintura y pidió ayuda para subastarla. La casa de subastas inició una exhaustiva investigación que ha concluido que no existe evidencia si la obra fue saqueada o no entre 1938 y 1945, durante la dictadura nazi en Austria. Por este motivo, dice Ploil, la casa pidió al actual propietario la condición de llegar a un acuerdo con los herederos Lieser.
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La subasta ha despertado gran interés internacional entre la gente
“El acuerdo es que subastan juntos y se reparten lo recaudado”, resume Ploil, quien afirma que de esta manera se supera cualquier posible injusticia y se aporta seguridad jurídica. Este abogado califica este trato como un ejemplo de buenas prácticas, en un país que hasta hace relativamente poco hacía muy difícil que los descendientes de víctimas del nazismo recuperaran lo robado.
Mörth-Gasser anticipa que la subasta ha despertado interés internacional y que es difícil saber cómo será la dinámica mañana, pero confía en que el hecho de que el valor estimado sea tan “moderado” pueda contribuir a elevar las ofertas. Algo que le suma interés al retrato es que no se sabe quién es la modelo, pero se cree que puede ser la sobrina de Lilly Lieser o, más probablemente, una de sus hijas.
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