Panadería La Madrugada de Javier Moreno / Laura Ortín – .

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Descripción enviada por el equipo del proyecto. Neocolmado y plaza del pueblo. El barrio de Vistabella tiene una relación muy fuerte con el comercio, su famoso mercado de los jueves y su plaza de comidas hacen de este barrio un lugar de frenética actividad comercial. Además, su “plaza de los patos”, el jardín donde se reúnen los del barrio, también tiene una relación muy estrecha con el significado de la palabra “plaza”. La plaza como lugar de encuentro, intercambio y relación. No es casualidad que Javier Moreno decidiera situar su segunda tienda aquí, en un barrio tradicional, activo, trabajador y madrugador.

La tradicional panadería toma la forma de un neocolmado cuya casi total transparencia permite a los clientes observar desde dentro el proceso de elaboración de los productos vendidos gracias a altos ventanales flanqueados por pilastras de madera. También desde el exterior, con grandes ventanales, se puede observar cómo amasan, enharinan y hornean todo. Algo bastante exótico y difícil de ver normalmente. La tienda es un “mordisco” que le damos al taller y se organiza literalmente con un arco de circunferencia. Como un suave mordisco. El centro de esa circunferencia es el punto de llegada desde donde se ve todo de un vistazo con un giro de casi 180º.

El piso de piezas rectangulares organizadas de forma radial conduce al mostrador revestido íntegramente de cemento trabajado a mano como una masa. Las cubetas azul medianoche con formas orgánicas resaltan el dorado del pan y resaltan todo lo bueno del producto que aquí se elabora. Y por último, una mención especial a la decoración del acceso. Un mini land art para expresar el origen del pan. Altos fardos de trigo y paja. Un “happening” natural para esta nueva tienda en uno de los barrios más “happening” de Murcia.