“Además de la fuerza militar, (China) ha utilizado cada vez más métodos de coerción no tradicionales para intentar someter a Taiwán”, declaró Lai con motivo de su primer mes en el cargo.
“Sin embargo, Taiwán no cederá ante la presión. El pueblo de Taiwán defenderá resueltamente su soberanía nacional y mantendrá su forma de vida democrática y libre”, añadió.
China ha intensificado la presión militar y política sobre el gobierno de Taipei en los últimos años, incluidos juegos militares alrededor de la isla tres días después del gobierno de Lai.
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“Castigo”
Según Beijing, los juegos de guerra fueron un “castigo” por el discurso inaugural de Lai, que describió como una “confesión de independencia de Taiwán”.
China considera a Taiwán parte de su territorio y no descarta utilizar la fuerza para recuperarlo. Mientras, EE.UU anunció la aprobación de dos ventas de armas a Taiwán, incluidos 300 millones de dólares en drones y 60,2 millones de dólares en diversos equipos, como misiles guiados de precisión.
Lai agradeció a Washington por su apoyo y reiteró la necesidad de desarrollar “resiliencia” en la estrategia de defensa de Taiwán.
“El pueblo de Taiwán ama la paz y es amable con los demás, pero la paz debe estar respaldada por la fuerza. Lograr la paz mediante la preparación es la forma de evitar el conflicto”, afirmó el presidente.
China ha llamado a Lai un “separatista peligroso”.
