A laboratorio independiente alemán en Colonia ha analizado muestras de 142 productos como: alitas de pollo partidas sin puntas, jamones de pollo, cuartos traseros de pollo, canales de pollo y pechugas de pollo de la marca propia de la empresa. Lidl que se venden en 22 tiendas ubicadas en España, Alemania, Italia, Gran Bretaña y Polonia.
En España, según información publicada, se han detectado bacterias en 17 de los 24 productos de pollo analizado, lo que representa una 71% de contaminación en los productos de la empresa alemana vendidos en el país. Además, el 38% de las muestras contenían listeria y el 83% identificaron patógenos como Escherichia coli y Campilobacterque están relacionados con enfermedades diarreicas.
Esta alerta ya ha sido puesta en conocimiento de los Ministerios de Consumo y de Agricultura, Asuntos Sociales y Agenda 2030, según ha informado este martes el Observatorio de Bienestar Animal (OBA).
El consumo de carne contaminada no causa enfermedad inmediatamente, pero “Existe el riesgo de que los gérmenes se transmitan a los humanos si la carne no se prepara adecuadamente.“, explica la doctora Imke Lührs, especialista en medicina interna y ex asesora del Bundestag, según las declaraciones recogidas en el comunicado difundido por la OBA.
Lo que dice Lidl al respecto
Sin embargo, Lidl niega las acusaciones. La cadena de supermercados considera que el nuevo estudio es una “acción para desprestigiar la imagen de la empresa con información falsa y/o no contrastada”, y alega que los artículos analizados son producidos por proveedores que suministran carne de pollo a otra gran mayoría de cadenas de distribución españolas. .
