Porque no soportaron que el mejor futbolista de la historia esquivara al ministro Wado de Pedro y Rechazan el balcón de la Casa Rosada administrada por el kirchnerismo para darle el tono político que tanto deseaban a la tremenda celebración del campeonato mundial.
En su ceguera histórica y proverbial, los kirchneristas, como los de aquellos dolorosos tuits, Condenan a Messi por no rendir homenaje a la historia mentirosa. Por no aceptar el ofrecimiento de refugio político y rendirse a la neutralidad de la fiesta mayor.
El que no tiene amos ideológicos y sólo obedece a la independencia de sentimiento. El fútbol es quizás la única religión en la que sus feligreses abrazan a quien está a su lado sin detenerse a comprobar el color, la raza o los dogmas políticos que llevan en el corazón.
¿¿A qué se debe entonces el resentimiento del kirchnerismo y el de sus seudópodos en la izquierda argentina?¿contra el jugador que va a iniciar otra cruzada futbolística con la Copa América para quizás sumar una alegría más a los frágiles ciudadanos que habitan la Argentina?
Simplemente, porque el francés Mbappé hizo unas declaraciones llamando a votar contra la derecha en su país.
Sólo por eso no puede sorprender a nadie. Porque Mbappé es parte de los hijos de los inmigrantes africanos que poblaron Francia desde 1960 y que constituyen una minoría cada vez más intensa y determinante en la vida del país más invadido de Europa. El país que estuvo sometido a los romanos de Julio César, los alemanes de Bismarck y los nazis de Adolf Hitler.
La extrema derecha, La extrema derecha como le gusta simplificar al español Pedro Sánchez, culpa a la inmigración africana, y especialmente a la más fundamentalista y radical, de ser responsable de los grandes males de Europa. Y con independencia de las razones que tenga o no este razonamiento, Mbappé se defiende llamando a no votar a ese sector que acaba de lograr una impresionante victoria hace una semana en las elecciones para la Unión Europea.
Por tanto, es lógico que Mbappé y otros jugadores de la Selección francesa, también hijos de inmigrantes, llamen a votar por opciones políticas distintas a la encarnada por Marine Le Pen y el joven Jordan Bardella, la revelación de la extrema derecha en el elecciones. el domingo 9 de junio.
Derrotado y humillado, Emmanuel Macron ha convocado otras elecciones antes de fin de mes y está intentando reclutar el mayor número posible de soldados para la guerra contra sus enemigos. En medio del furor deportivo de la Copa de Europa, Mbappé acaba de sumarse a ese ejército.
Entonces Los kirchneristas argentinos, en la confusión ideológica en la que han vivido hasta caer en la decadencia actual, confunden a Mbappé y Messi dentro de esa batalla imaginaria que creen que están atacando a los poderosos del mundo.
Levantan la estrella de los franceses, cuyo salario (el más alto entre los futbolistas de todo el planeta) lo paga la monarquía absoluta que gobierna Qatar desde hace más de medio siglo, contra el niño argentino nacido en Rosario cuyo mayor pecado parece haber sido no definirse por ninguna bandera política.
Perdónalos Messi. No saben lo que hacen y mantienen su confusión sobre los hilos del culto a la intolerancia.
Durante el domingo tras las declaraciones del habilidoso Mbappé, Los kirchneristas colmaron las redes sociales y los medios tradicionales atacando a Messi. el futbolista que superó la incomprensión de los argentinos para ganarse el corazón de la mayoría, incluso con el de muchos kirchneristas derrotados por la vacuna popular que representa el fútbol.
– Ellos dijeron que messi es millonario y no comprende el sentimiento de los pobres (como si Mbappé fuera todavía un joven indefenso entre los inmigrantes africanos).
– Ellos dijeron que Messi era partidario de Mauricio Macri y ahora es partidario de Javier Milei (Messi compartió una foto con el expresidente, como las miles de imágenes que compartió con tanta gente en todo el mundo, y aún no se le conoce relación personal ni fotográfica con el presidente Milei).
– Ellos dijeron que Messi no tiene la sensibilidad popular que tenía su antecesor Diego Maradona (quien fue un gran futbolista, también campeón del mundo e idolatrado por la Selección Argentina pero que perdió parte de su encanto social cuando se descubrió que mantenía relaciones sexuales con menores de edad amparadas por la dictadura de Fidel Castro).
Eso de elogiar a Mbappé para degradar a Lionel Messi no es nada fácil Un capítulo más de la obsesión que tiene el kirchnerismo con un ser que solo los ignora. Que le ha regalado a toda una sociedad empobrecida por quienes lo crucifican el momento sublime de felicidad que estalló con ganar el Mundial de 2022.
Messi ha ejercido su filantropía en el mayor de los silencios. El envío de una decena de respiradores a su Santa Fe natal en el peor momento de la pandemia, una generosidad que el kirchnerismo rechazó, cegado por la mala praxis de su gobierno, sus negocios con líderes antidemocráticos como Vladimir Putin y sus vacunatorios VIP.
Así como Messi es casi todo lo que está bien en un país golpeado como Argentina, el kirchnerismo es casi todo lo que está mal.
La acusación contra el astro argentino es Un kilómetro más en la brecha que les separa de la mayoría de la sociedad. Argentina.
Algo está muy claro. El castigo que merece el kirchnerismo es que A Messi no le importa. Y lo que es peor. Es probable que, siendo tan patético, el asunto tampoco le importe al propio Mbappé.
