El 71% de la Amazonía está desprotegida por los principales bancos que financian la extracción de petróleo y gas en la región

El 71% de la Amazonía está desprotegida por los principales bancos que financian la extracción de petróleo y gas en la región
El 71% de la Amazonía está desprotegida por los principales bancos que financian la extracción de petróleo y gas en la región

La expansión petrolera en la Amazonía amenaza los territorios indígenas. (Foto: Amnistía Internacional)

Sólo uno de los seis principales bancos que financian la extracción de petróleo y gas en la Amazonia tiene una política efectiva para la protección de la región, según un reciente informe presentado por Stand.tierra y el Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA). El estudio, titulado “Lavado ecológico en la Amazonia”, fue publicado el 11 de junio de 2024 en Cal.

Según el documento, un promedio del 71% de la Amazonia no está adecuadamente protegida por los marcos de gestión de riesgos ambientales y sociales de cinco de los principales financistas de la región: Citibanco, JPMorgan Chase, Itaú Unibanco, Santander y Banco de America. Esto deja vastas extensiones de la selva amazónica sin una protección adecuada contra los riesgos climáticos, la pérdida de biodiversidad y las violaciones de los derechos de los pueblos indígenas.

Solo HSBC ha adoptado una política eficaz al comprometerse en diciembre de 2022 a excluir la financiación de las actividades de petróleo y gas en la Amazonía. “Hasta el momento no se han registrado nuevas transacciones de HSBC en 2023”, según el Stand.

El informe también señala que la industria petrolera ha causado graves problemas medioambientales en Ecuador, Perú y Colombia, incluidos más de 8.200 pasivos ambientales y numerosos vertidos de petróleo. En Ecuador, el 65% de los territorios indígenas coinciden con bloques de petróleo y gas, y se han reportado más de 4.600 derrames entre 2006 y 2022. En Perú, las concesiones de petróleo y gas cubren el 33% del territorio indígena, equivalente a 15,4 millones de hectáreas.

Informe revela superposición de bloques de petróleo y gas en las reservas amazónicas de PIAC

Jorge Pérez, presidente de la Asociación Interétnica para el Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP), denunció la complicidad de bancos y empresas en la destrucción de la Amazonía peruana. “Exigimos que JPMorgan Chase, Citibank y Bank of America asuman su responsabilidad por los daños que están causando en la Amazonía peruana”, dijo Pérez.

Además, el estudio revela que el 72% de todas las transacciones de financiación de combustibles fósiles no priorizan adecuadamente los valores ambientales y sociales. Esto limita la precisión en la identificación de riesgos y la implementación de mecanismos y filtros de exclusión por parte de los bancos.

El informe insta a los bancos a adoptar exclusiones geográficas en todas las transacciones relacionadas con el sector de petróleo y gas en la Amazonía. Se propone que esta medida, similar a las exclusiones del Ártico adoptadas en 2020, sea necesaria para proteger la biodiversidad y los derechos de los pueblos indígenas, así como para mitigar el cambio climático.

El presidente de AIDESEP, Jorge Pérez, acusa al Estado y a las empresas de poner en riesgo la vida y la selva de los pueblos indígenas en aislamiento y contacto inicial.

Citibank y JPMorgan Chase, los principales bancos norteamericanos, han financiado el sector del petróleo y el gas en la Amazonia con miles de millones de dólares durante las últimas dos décadas, según un informe reciente. La investigación, basada en la Base de Datos de Bancos que Operan en la Amazonía de Stand, analiza más de 560 transacciones financieras realizadas por aproximadamente 280 instituciones financieras de la región en los últimos 20 años.

Citibanco ha destinado 2.320 millones de dólares y JPMorgan Chase 2,25 mil millones de dólares para financiamiento directo del sector en la Amazonia. El informe indica que ambos bancos utilizan mecanismos de gestión de riesgos ambientales y sociales que en muchos casos resultan ineficaces. Por ejemplo, los procedimientos de geoexclusión de Citibank cubren sólo el 2% de la Amazonía y sus filtros adicionales cubren otro 44% de la región. JPMorgan Chase, por su parte, financió nuevos proyectos de producción de petróleo y gas en Colombia con $126 millones en 2023, y también destinó fondos a Hunt Oil Perú, afectando a comunidades indígenas.

La política de Itaú Unibanco, el tercer financista, carece de exclusiones y filtros aplicables a las operaciones de petróleo y gas en la región, realizando el 99% de sus transacciones sin cumplir con los estándares de los Principios de Ecuador. Entre las empresas asociadas se encuentran Eneva, Borde y Petrobras.

Banco Santanderun gigante financiero europeo, ha aportado casi 1.400 millones de dólares al sector entre 2009 y 2023. Aunque su política de exclusión cubre el 16% de la Amazonia, sigue careciendo de transparencia y rendición de cuentas en sus transacciones, en su mayoría bonos sindicados.

Por último, el informe destaca la continuidad de la financiación por Banco de America, el mayor financiero de la Amazonia en 2023 según “Banking on Climate Chaos”. Su política de gestión ambiental no afecta la mayoría de sus transacciones en la región.

Desde la campaña Exit Amazon Oil and Gas lanzada por Stand.earth, algunas entidades como BNP Paribas, Natixis, ING y Credit Suisse se han comprometido a cesar su financiación relacionada con el comercio de petróleo amazónico. Sin embargo, líderes como Fany Kuiru de COICA y Todd Paglia de Stand.earth están pidiendo una implementación más estricta y amplia de políticas de geoexclusión total en el Amazonas para proteger tanto a las comunidades indígenas como a la biodiversidad de la región.

 
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