Miles de mujeres marchan contra el retroceso en las políticas de género del Gobierno de Milei

Desde 2015, cada 3 de junio, miles de personas salen a las calles en Argentina al grito de “Ni una menos” para recordar a las víctimas de feminicidios y exigir justicia por sus muertes. Aquella primera marcha supuso el despertar de una nueva ola feminista en el país latinoamericano, pero ha perdido fuerza desde entonces. A diferencia de la multitudinaria manifestación de hace nueve años, este lunes hubo unos miles de personas frente al Congreso argentino. Las principales consignas fueron contra el Gobierno de Javier Milei, que ha atacado abiertamente a los movimientos feministas, ha eliminado la perspectiva de género de la Administración nacional y está desfinanciando políticas encaminadas a reducir la desigualdad entre hombres y mujeres. Los participantes denunciaron el retroceso de los últimos meses y el aumento de los discursos de odio contra la diversidad sexual.

Miles de mujeres y disidentes se movilizan a 9 años del primer Ni Una Menos, este 3 de junio.Mariana Nedelcu

Pese a la gran movilización social de los últimos años, los feminicidios no han cesado: se registra uno cada 35 horas, en promedio, en su mayoría a manos de parejas o exparejas. Este fin de semana, el cuerpo de Johana González, de 30 años, fue localizado en una laguna de la ciudad de Resistencia, en el norte argentino. La habían asesinado, desmembrado y arrojado al agua en una bolsa. Hace unos días, el cuerpo de Talía Abigail Aragón (27 años) fue encontrado al pie de un acantilado. No cayó por accidente: antes la habían apuñalado en el pecho y la policía sospecha que el asesino fue su exnovio. Anahí Robledo Yuvero, de 17 años, recibió más de veinte puñaladas mientras dormía en su cama, presuntamente por parte de la expareja de su madre como acto de venganza contra ella por haberlo abandonado.

González, Aragón y Yuvero se suman a una larga lista de víctimas, que se acerca a las 2.500 en la última década, según datos de la Corte Suprema de Justicia. El Gobierno de Javier Milei condena estos crímenes pero niega que se deban a razones de género. “Matan mujeres y matan hombres”, afirmó la diputada oficialista Lilia Lemoine durante una entrevista en el canal de televisión LN+ en la que hizo todo lo posible para desacreditar la marcha Ni Una Menos.

Las mujeres levantan pañuelos verdes durante la protesta.Mariana Nedelcu

El origen de la primera movilización fue el asesinato de Chiara Páez, una adolescente de 14 años asesinada a golpes por su novio. Este 2024, el caso más resonante ha sido un salvaje crimen de odio, el triple asesinato de Pamela Cobbas, Roxana Figueroa y Andrea Amarante. Fueron quemados vivos por un vecino de la pensión donde vivían.

“Exigimos justicia para Pamela, Roxana y Andrea, cruelmente asesinadas con bombas molotov por ser lesbianas”, subrayaron las organizaciones convocantes a la marcha en el documento acordado que fue leído frente al Congreso. “Consideramos que los discursos de odio impulsados ​​por el máximo representante del Ejecutivo nacional conducen a una sociedad que actúa en consecuencia. Lo responsabilizamos de que los ataques contra la comunidad LGBTIQ+ hayan aumentado y hayan llegado a su máxima expresión”, agregaron. Los participantes exigieron a la ciudad ofrecer medidas de reparación a Sofía Castro Riglos, única sobreviviente de la conocida como masacre de Barracas.

El Gobierno rechaza que se haya tratado de un delito de odio cometido por motivos de orientación sexual. Con el mismo guion que Lemoine, el portavoz presidencial, Manuel Adorni, aseguró días atrás que “hay muchas mujeres y muchos hombres que sufren violencia y son cosas que no pueden seguir pasando”. Adorni destacó que “la violencia es algo mucho más integral que simplemente una cuestión contra un determinado grupo”.

Un mural de Nora Cortina, la recientemente fallecida madre de Plaza de Mayo, visto durante la protesta.Mariana Nedelcu

Las consignas contra los feminicidios y travesticidios se mezclaron con mensajes de rechazo al Gobierno de Milei. “Con odio y hambre no hay libertad”, se podía leer en pancartas que cuestionan el significado de la palabra libertad planteada por el líder ultraderechista. “El Gobierno de Milei estableció la crueldad y el odio como política de Estado. La violencia del Gobierno de Milei es social, es económica y es política”, resaltaron en el comunicado.

Los feminicidios son la punta del iceberg de múltiples formas de violencia que tienen sus raíces en una sociedad con grandes brechas de género. Los avances en la esfera pública, ahora amenazada, han sido mayores en los últimos años que los ocurridos en el hogar: las mujeres todavía dedican el doble de tiempo a tareas de cuidado que los hombres y Argentina está a la cola de América Latina en permisos de paternidad: sólo dos días por niño. En los hogares monoparentales el desafío es aún mayor, ya que dos de cada tres padres no pagan la manutención de los hijos en tiempo y forma. Los pedidos de un cambio cultural para poner fin a estas diferencias chocan ahora con la narrativa de un Gobierno que niega que existan.

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