Desde Barcelona, España, el cantante de Él Mató a un Police Motorizado habló con el equipo de Indie Club sobre su gira europea, su amistad con Interpol, su participación en el disco tributo a Talking Heads y cómo se preparan para la fecha en Movistar. Arena este 16 de junio.
Mató a un policía motorizado no para de cosechar éxitos uno tras otro. El año pasado lanzaron súper terrordécimo álbum de estudio, que les valió un Premio Gardel al Mejor Álbum de Rock, realizando dos Luna Parks y giras por el mundo. Pese a todo ello, el grupo no quiere bajar el ritmo y ahora van a por su primer Movistar Arena este 16 de junio, en la que será su cita más importante hasta el momento.
Es por eso, El equipo de Indie Club habló con Santiago Motorizado desde España para saber cómo se preparan para esta importante fecha, su gira por Estados Unidos con Interpol, su participación en el disco tributo a Talking Heads y todo lo que les dejó su último disco de estudio este último año.
– ¿Cómo te va en la gira europea? ¿Y cómo los trata el público de allí?
Ahora estamos en Barcelona, en el marco del Primavera Sound, que actuamos dos veces, porque también participamos en una especie de espectáculo paralelo del festival. Y recientemente estuvimos en Dublín y Londres, ambas fechas fueron realmente buenas. Mucha gente y la verdad es que lo pasamos genial.
Hay mucha gente latina que viene a vernos, y además el lugar es bastante cálido en general. Viste que son media barra brava, que es lo más parecido que tienen a nosotros. Aunque tampoco pierden esa cultura tan elegante. El latino sigue predominando y es el que más se hace sentir.
–Y hablando de giras, también estuvieron recientemente en el sur de Estados Unidos con Interpol. ¿Cómo surgió eso y de dónde te conoció la banda?
Los de Interpol se hicieron fans de la banda hace mucho tiempo, fue precisamente en este viaje que nos contaron la historia. Hace como diez años en una gira por Paraguay alguien les puso El Mató y les gustó. Después tocamos juntos en Colombia (2015) y ahí vino al camerino el cantante Paul Banks, que no estaba porque estaba enfermo y habló con los chicos y les dijo lo mismo, que había escuchado a Él Mató y que Le gustó mucho, y es que era la primera vez que nos veía en directo.
La anécdota quedó ahí, pasaron como diez años y nos invitaron a esta gira que hicieron por el sur de Estados Unidos para que abriéramos los shows, y quedamos encantados. También vivió en México por mucho tiempo, por lo que habla bastante bien español y se conectó con nosotros.
– ¿Cómo os sentisteis de gira con una banda tan establecida? ¿Y te pareció extraño ser el acto de apertura y no la banda principal?
La verdad es que fue divertido y una experiencia nueva. Nunca hicimos una gira con una banda como telonero de ellos, en ningún lugar, ni siquiera en Argentina. Al hacerlo con una banda como Interpol lo más divertido fue ir a Estados Unidos, ellos son de allá y son realmente geniales. Por suerte nos sentimos muy cómodos, el recorrido fue muy bien, nos trataron como diez y los lugares estuvieron geniales, con unas 33 mil personas o más.
En cuanto a ser telonero, fue una experiencia diferente, pero normal. Algo parecido pasa que cuando vas a un festival, hay público que te va a ver y muchos que no te conocen y tienen curiosidad, entonces se genera como una sensación más. Me gusta, porque aquí se nota más, estos días hay una minoría que te conoce, y más en estas ciudades extrañas en las que nunca hemos estado. Pero me gusta la sensación de desafío, es un poco lo que sentiste cuando empezaste, salir a mostrar lo que haces -de ahí me viene un poco el espíritu de competencia que tengo- y conquistar al público. Además pasó algo bueno, que fue que la gente que estaba allí se estaba divirtiendo y al final del show terminaron muy colocados. Como rocoso iv que al final estan todos coreando Rocky.
– Y si seguimos en la línea de bandas internacionales, ¿cómo fue el contacto para participar en Dejar de tener sentido, ¿el disco tributo a Talking Heads? ¿Y cuánto tiempo llevó la producción de la canción?
El equipo de Talking Heads nos invitó y propuso la canción (“slippery people”) en el acto, y nos encantó. Lo que sí les dijimos primero fue que íbamos a darle una forma propia a la versión y que después queríamos hacerla en español, y lo que sí nos pidieron fue que enviáramos la letra antes para comprobarlo y aprobarlo. . Luego lo grabamos y se lo enviamos, y por suerte a David Byrne (cantante de Talking Heads) y a esta gente de A24, la productora que estaba a cargo, les gustó mucho. Muy contentos, somos la única banda latinoamericana que participó.
En cuanto a la producción y traducción, tuvo sus complicaciones, pero normales. Queríamos ser fieles al significado de la letra original, pero además cuando traduces literalmente todas las palabras, algunas no encajan bien en las melodías y hay que buscar la palabra exacta. Hay palabras traducidas que no son tan bonitas como en inglés y también hay que darle una vuelta de tuerca para que sea agradable al oído. Luego hicimos la parte musical bastante rápido. Cuando nos llamaron también nos dijeron que había poco tiempo y que justo estábamos de gira en Colombia, entonces alquilamos un estudio en Medellín y esa misma mañana mientras estábamos armando todo lo hicimos. Primero hicimos el ritmo, más un pulso rockero, y a partir de ahí empezamos a construirlo y darle forma, pero todo en un día. Después le dimos algunos retoques en Buenos Aires, pero todo salió de ese día de estudio.
– ¿Sientes la canción como un bonus track de súper terror?
Quizás esta canción esté más basada en la guitarra que lo que queda de ella. súper terror. Pero bueno, el disco también tiene sus momentos guitarreros y es un poco inevitable, venimos con ese pulso y evidentemente también quedó plasmado ahí.
– Hablando de súper terrorRecientemente ganaste un Premio Gardel al Mejor Álbum de Rock, ¿pudiste seguir la ceremonia o cómo te enteraste de todo?
Nos enteramos por Twitter, no vimos la ceremonia y tampoco sé dónde la pasaban. Lo mejor de estas cosas es que hay gente que está muy contenta, tal vez hacemos bromas porque en un momento estamos contentos con el reconocimiento, pero no nos tomamos muy en serio los premios de la música. Es algo contradictorio en algún momento, pero tampoco queremos amargarnos. La situación es difícil.
Lo mejor es que la gente está feliz, te envían cariño y se lo toman como algo personal. Pero bueno, después quieres hacer bromas y a la gente no le gusta (risas). Afirman que no te lo tomas en serio, pero nosotros lo tomamos como lo que es, una excusa para celebrar un evento. No hay que olvidar que lo bonito de la música es que no tiene nada que ver con la competición, no hay ganadores ni perdedores, para eso está el fútbol, esto pasa en otros lados. Y cuando mezclas esas dos cosas se ve un poco raro, pero está todo bien, no hay que tomárselo demasiado en serio, nada más, como casi nada en la vida.
– Ha pasado casi un año desde el lanzamiento de súper terrorun disco que te llevó al Luna Park y ahora al Movistar Arena. ¿Qué es lo que más te dejó el álbum?
Fue genial todo lo que se generó, me pone feliz que cumplimos 20 años haciendo esto, que es mucho, y lo celebramos con un nuevo disco y no con la celebración de la nostalgia. Después de 20 años seguimos vigentes con estos nuevos temas, que nos llevaron a girar por todo el mundo, haciendo dos noches en el Luna Park que estuvieron buenísimas y ahora en el Movistar Arena.
– Mencionas no vivir de la nostalgia, ¿cómo es disco a disco renovarte y al mismo tiempo no perder tu esencia?
Un poquito de la esencia siempre te acompaña y el desafío está en la búsqueda de nuevos sonidos, para poder expandir un poco el universo. Eso nos divierte y nos motiva cuando entramos al estudio, ese desafío de llegar más lejos y ver hasta dónde podemos llegar. Y en el camino aprender.
Es parte de la motivación el querer hacer nuevas canciones. A veces uno llega notablemente más lejos, otras más o menos, pero siempre está ese impulso. Y creo que con Súper terror Eso fue capturado y es muy bueno. Es lo primero que queríamos conseguir.
– ¿Sentís que si perdéis ese impulso de querer hacer algo nuevo, la banda morirá?
Depende de cada persona, hay bandas que siempre andan con los mismos elementos y recursos, lo cual no me parece mal, hay recursos que sienten que hay que explotar. Siempre intentamos ir en busca de algo más, es como te dije, a veces se nota más y otras menos, pero esa idea siempre está ahí. Luego cada uno hace lo que quiere y todo está bien.
– Quería aprovechar para preguntarte por una persona especial que ya ha trabajado contigo durante tres discos y ese es Eduardo Bergallo. ¿Qué te aporta como productor y como persona?
A nivel personal, muchos de ellos son de esas personas que tienen mucha habilidad en lo que hacen y al mismo tiempo mantienen un espíritu muy relajado y muy humilde. Es como una combinación que a veces no se da, y para nosotros que siempre hemos sido productores de nuestras propias cosas, estar acompañado por Edu y todo lo que sabe es una buena combinación. Nos complementamos bien y es importante llevar todo ese trabajo de producción y grabación a otro nivel. Es agradable trabajar con él y lo queremos mucho.
– Y ya que hablamos de Edu, recientemente viajasteis con él para grabar las voces de vuestro disco en solitario. ¿Puedes decir en qué parte del proceso te encuentras con eso?
Terminamos cuatro canciones y la idea es volver para terminar el resto. No sé cuando saldrá, tal vez a finales de año algún adelanto, pero estoy muy contento con cómo quedaron esos cuatro. La idea es terminar rápidamente con los que quedan, y cuando eso esté más definido, sólo así tendré más idea de cuando lo voy a lanzar.
– Tanto como banda como ahora para vuestro trabajo en solitario, elegís ir a grabar a los estudios Sonic Ranch en Texas, Estados Unidos. ¿Qué es lo que más te gusta de los estudios que te siguen eligiendo?
Lo mejor es que estás en medio de la nada. El estudio está en una plantación de nogales, que es de lo que realmente vive el propietario y tiene estos estudios en parte como hobby y en parte por amor a la música. Así que no es un gran negocio para usted económicamente, pero sí es capaz espiritualmente. Por lo tanto, uno entra en ese clima de vivir allí y pensar 100% en el disco, con el estudio disponible las 24 horas del día cuando uno quiere ir allí a plasmar una idea. Hay algo allí que no sucede en otros lugares.
Grabar, componer y estar trabajando ahí con música me ayuda a sentirme aislado de todo. Para mí es algo ideal y me mantiene mucho más concentrado. Además de todo lo técnico y herramientas.
– Alguna vez te escuché decir que en el primer Luna Park estabas nervioso, ¿cómo te preparas ahora para el Movistar Arena?
Estaré bien, también estaba nervioso porque el álbum era nuevo y el rodaje de las canciones fue corto, así que no estás 100% seguro. Ahora tiene más rodaje, han pasado unos meses y sumado a la gira te da otra seguridad. En ese Luna tuve que usar un teleprompter para la letra, algo que nunca había hecho, a lo que se suma que también soy un poco mayor. Ahora estoy más tranquilo. Son pequeños detalles que te dan más tranquilidad para disfrutar y conectar más con todo lo que está pasando. También el lugar donde estábamos jugando, con lo que significa el Luna Park, pero esas cosas me molestan igual. Porque luego me doy cuenta que es una estupidez, pero bueno, me pasó en las primeras canciones y luego me relajé. Al día siguiente ya estaba demasiado cansado y eso tampoco me parece bien.
– ¿Se puede considerar el Movistar Arena una despedida de súper terror y una celebración por 20 años de carrera?
Tal vez, pero más bien es una celebración de que estamos vivos y bien, en el futuro nunca se sabe. Quizás mañana amanezcamos muertos (risas).
