Se trata de uno de los seis proyectos de innovación que la agencia espacial seleccionó para un programa específico con vistas al desarrollo en el satélite natural de la Tierra.
Como parte de su programa de innovación NIAC, la NASA seleccionó seis proyectos llamativos con vistas al futuro que, aunque todavía están en fase de estudio, ya están listos para la Fase 2 y uno de ellos prevé el lanzamiento de un ferrocarril lunar.
Se trata del llamado proyecto Float, que propone desarrollar un sistema ferroviario de levitación magnética para transportar carga en la Luna, hecho que podría preverse para 2030.
Según los datos del proyecto, se utilizarían robots magnéticos que se deslizarían sobre las bases previstas. Estos robots podrán transportar cargas de diferentes formas y tamaños, y un sistema Float de gran tamaño será capaz de mover hasta 100.000 kilogramos de regolito.
Otro de los proyectos seleccionados es Flute, que buscará la implementación de grandes observatorios astronómicos ubicados en el espacio, que cuentan con un telescopio espacial equipado con un sistema óptico basado en líquidos iónicos, lo que permitiría flexibilidad en la reconfiguración, ajuste y corrección de deformidades que se presentan. más allá del alcance de los telescopios convencionales con estructura óptica sólida.
Asimismo, destaca el proyecto GO-LoW, la formación de una especie de red compuesta por miles de pequeños satélites, con los que se podrían medir los campos magnéticos generados por exoplanetas y los relacionados con los inicios del universo.
Por otro lado, prevén el lanzamiento de un cohete nuclear que propulsaría naves mucho más grandes y pesadas que cualquiera de las utilizadas hasta ahora. Asimismo, seleccionaron una iniciativa que se enfoca en la generación de electricidad para los sistemas a bordo de un barco que no puede utilizar paneles solares.
“El concepto en el que se basa el proyecto va más allá de los generadores termoeléctricos de radioisótopos convencionales. El sistema lograría una eficiencia mucho mayor que aquellos gracias a un diseño radicalmente diferente”, explicó la NASA.
