Todo era alegría esta mañana en la Bolsa de Barcelona. Alegría y nervios. Puig, una de las mayores empresas familiares de España, ha debutado en bolsa tras 110 años de historia. Un jilguero, una campana y los 26,5 euros que marcaban la pantalla al inicio de la negociación fueron los compañeros de un Marc Puig ilusionado.
“Cuando mi hija Pilar se graduó en Ámsterdam, eligió una fábula para su discurso que me la voy a prestar”, dijo el director general en su charla previa al toque de campana. Marc Puig relató que hubo una vez un concurso de pájaros para ver cuál volaba más alto: el águila imperial alzó el vuelo y voló más alto que cualquier otra ave. Pero un jilguero salió de su ala donde se escondía y venció.
“Si hemos volado tan alto es porque nos hemos subido a hombros de gigantes -explicó un emocionado Marc Puig-; nuestro bisabuelo, un agricultor de Vilassar; nuestro abuelo, que trajo licencias de perfumes, y nuestros padres, que en un país autárquico apostaron por el diseño”.
Puig debutó este viernes en la Bolsa española con una subida del 8,2%, situándose en 26,5 euros
En un acto con familiares, trabajadores y concejales como público y con escasa representación institucional (más allá de Jaume Guardiola, presidente del Círculo de Economía: Josep Sánchez Llibre, presidente de Foment del Treball, y, por supuesto, Javier Hernani, director general de BME), Marc Puig se ha referido a la “generosidad” de la familia, “que nos hemos hecho a un lado cuando ha sido necesario”. No en vano, salir a bolsa es una forma de garantizar la gobernanza y asegurar el futuro de una empresa centenaria.
“En nuestra generación hemos tomado el relevo de las palabras de nuestro abuelo, quien decía ‘fem pinya que juntas seremos más fuertes(unámonos, juntos seremos más fuertes), afirmó el empresario. Marc Puig ha explicado que “hemos gestionado una empresa privada como si fuera una cotizada y ahora seremos una empresa cotizada que se gestionará como privada”, con “luces largas”.
La cuenta atrás para el inicio de campaña se ha hecho larga para Marc Puig. En el escenario bromeó: “Nos vamos por 24,5 euros, si pasamos por encima aparecerá en pantalla; Si bajamos, será mejor que corramos.”. Los aplausos han llenado la sala de la Bolsa de Barcelona cuando en pantalla marcaba 26,5 euros y la acción comenzaba a cotizar.
La compañía, que partía con una cotización de 24,5 euros por acción (la más alta del rango fijado en el folleto) y una capitalización bursátil de 13.920 millones de euros, debutó este viernes en la Bolsa española con un incremento del 8,2%. situándose en los 26,5 euros, aunque presa de la elevada volatilidad habitual en las primeras fases de negociación, instantes después situó su precio en torno a los 25 euros por acción.
Al tradicional toque de campana asistieron también el presidente ejecutivo del parqué de Barcelona, Eduardo Ansaldo, y la directora de Mercados de BME, Beatriz Alonso-Majagranzas.
