El Día del Trabajador, Día Internacional del Trabajo, Día Internacional de los Trabajadores, o cualquiera de las formas en que se denomina el 1 de mayo, tiene su origen en la Revolución Industrial que tuvo lugar en Europa, más concretamente en el norte. , y que se inició en el Reino Unido a finales del siglo XVIII.
La Revolución Industrial marcó un punto de inflexión no sólo en Europa, sino en la historia mundial y cambió todos los hábitos y aspectos de la vida cotidiana como se conocía hasta entonces.
Gracias a los avances que trajo esta revolución, se logró reducir exponencialmente el tiempo que tardaba en fabricarse un artículo, lo que permitió, a su vez, multiplicar la velocidad de fabricación y, en consecuencia, aumentar los beneficios de los propietarios del productos. medios de producción.
Si bien, sin duda, todos estos cambios condujeron a una modificación positiva del mundo, en el sentido de que hicieron la vida mucho más cómoda a las personas, a partir de ese momento comenzaron las demandas de los trabajadores, que nunca habían podido hacerlas. porque anteriormente no lo permitía una sociedad estamental establecida desde la Edad Media y que estaba integrada por la nobleza, el clero y el estado común, no pudiendo este último cambiar de clase y no teniendo ninguna prerrogativa o favor.
La Revolución Industrial coincidió en el tiempo con el desarrollo de las primeras democracias (británica, francesa y estadounidense), que despertaron el sentimiento de las clases media y baja por tener derechos que, hasta entonces, les habían sido negados.
Aunque, al parecer, desde entonces la sociedad ha progresado y se han ampliado los derechos de estos grupos, sus reclamaciones aún no han sido atendidas. Los sindicatos son, hoy por hoy, los encargados oficialmente de sacar a la luz estas peticiones y, además, cada 1 de mayo se celebran multitud de concentraciones en todo el mundo para recordar que, si bien la libertad de las sociedades democráticas, con el sufragio libre y universal, está firmemente establecida en el mundo occidental, aún no se ha logrado la igualdad efectiva. Sólo hay que abrir un periódico, o ver un informativo en la televisión, para comprobar que estas desigualdades siguen existiendo.
Los sindicatos, y los trabajadores, le echan la culpa al trabajo y lo recuerdan cada 1 de mayo. En Melilla, salvo un comunicado leído por UGT en su sede, apenas se ha hecho nada al respecto. Este día constituye, desde hace casi 20 años, una visita al cementerio para rendir homenaje a los represaliados por el franquismo. Los dos grandes sindicatos clasistas dicen que estudian realizar algún evento conjunto el próximo año y los trabajadores seguramente lo agradecerían.
