Kevin Wagner
| Proyecto Cívico
P: ¿Por qué el presidente Biden no puede despedir al director general de correos?
A: Dado que muchas papeletas se emiten por correo, existe una gran preocupación sobre quién gestiona el servicio postal y si darán prioridad a las papeletas para garantizar que se reciban a tiempo para ser contados. De hecho, el servicio de correo y el voto ausente han estado en el centro de los debates relacionados con la integridad electoral y las críticas a cómo el director de correos Louis Dejoy, designado durante el mandato de Donald Trump, ha desempeñado sus funciones. Sin embargo, el presidente Joe Biden no tiene el poder de despedir a DeJoy, incluso si no está satisfecho con su desempeño.
Las razones se encuentran en la estructura de gobernanza establecida para el Servicio Postal de Estados Unidos. A diferencia de la mayoría de las agencias del poder ejecutivo que tienen un líder único designado y destituido por el Presidente, el Servicio Postal está supervisado por una Junta de Gobernadores. Según la Ley de Reorganización Postal de 1970 (39 USC §202), hay nueve gobernadores nombrados por el presidente y confirmados por el Senado por períodos escalonados de 7 años.
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La Junta también incluye al director general de correos y al director adjunto de correos. El director de correos es nombrado o destituido por los demás miembros de la junta, no por el presidente ni el Senado. Curiosamente, la ley exige que “no más de 5 de [the Governors] podrán ser afiliados al mismo partido político.” Tanto el proceso de nombramiento como esta limitación tenían como objetivo aislar al Servicio Postal de la influencia política directa y al mismo tiempo mantener la supervisión de los funcionarios confirmados por el Senado.
Sin embargo, es difícil conseguir que se nombre a personas para la junta postal. El entonces presidente Barack Obama envió siete nominaciones fallidas al Senado. En 2018, no había nadie confirmado ante la Junta de Gobernadores ya que todos los mandatos habían expirado sin reemplazo. Sin gobernadores, la junta no puede formar un quórum (6 miembros) para llevar a cabo oficialmente asuntos que incluyen cosas como fijar tarifas o aprobar el presupuesto.
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La falta de gobernadores también significó que no había forma de nombrar o destituir al director general de correos. Sin embargo, las vacantes que el Senado no cubriría durante el gobierno de Obama fueron cubiertas más tarde por el entonces presidente Donald Trump. La junta recién nombrada eligió entonces a Louis DeJoy como director de correos.
Hay algunas opciones para el presidente Biden si quisiera destituir a DeJoy. Según la ley federal, el presidente podría despedir a los gobernadores postales con causa justificada. Sin embargo, esto requiere alguna forma de mala conducta o malversación que puede no estar presente. Alternativamente, el presidente podría argumentar, basándose en el precedente de Seila Law v. CFB (2020), que tiene derecho a despedir a cualquier líder de una agencia federal. Esa acción sería muy controvertida y probablemente terminaría en los tribunales.
La solución más sencilla sería nombrar suficientes gobernadores que estén interesados en cambiar la dirección del Servicio Postal. Si se confirman suficientes nominados, se formaría una nueva Junta de Gobernadores que potencialmente podría destituir a DeJoy. Sin embargo, no hay garantía de que los nuevos gobernadores decidan cambiar el liderazgo, e incluso si estuvieran dispuestos a hacerlo, esto lleva tiempo y es posible que no suceda antes de las elecciones.
Kevin Wagner es un destacado estudioso constitucional y profesor de ciencias políticas en la Florida Atlantic University. Las respuestas proporcionadas no representan necesariamente las opiniones de la universidad. Si tiene alguna pregunta sobre cómo funcionan el gobierno y la política estadounidenses, envíele un correo electrónico a [email protected].
