Crece la venta de joyas familiares para afrontar emergencias económicas

Los dólares que había debajo del colchón se han acabado y ahora cada vez más personas recurren a la venta de joyas familiares para hacer frente a sus necesidades. emergencias económicas. En muchos casos, para llegar a fin de mes.

Así aseguraron La voz los responsables de diferentes joyerías de Córdoba que compran joyas usadas para revenderlas o utilizar el metal para la fabricación de nuevas piezas de joyería.

Según los comerciantes, el fenómeno comenzó a observarse a mediados de 2023, pero se intensificó a principios de este año, cuando la inflación se disparó a raíz de la megadevaluación de diciembre.

Y coinciden en que, junto a la decisión económica, para la mayoría de quienes venden, también entra en juego un componente emocional y afectivo asociado a la historia familiar de esas joyas.

Tendencia

Comprar y vender joyas usadas no es un negocio nuevo. Siempre ha ocurrido, pero en estos meses adquirió un significado especial, muy asociado a la actual crisis económica.

“La gente siempre vendía sus joyas. Pero antes los vendía para darse un capricho, como irse de vacaciones o cambiar de coche. Ahora, con las limitaciones económicas, vemos más clientes que buscan vender sus joyas para ponerse al día con impuestos, pagar una deuda o realizarse una intervención médica para la cual no tienen suficiente dinero”, dijo Walter Garrido, gerente de Cristal Joyas. Ubicación céntrica de Córdoba capital.

Lo mismo afirmó Francisco Naranjo, tasador de Leiva Joyas. “Nuestro trabajo ha aumentado mucho en los últimos meses. Y se nota que cada vez más personas venden sus joyas por problemas económicos. Ya consumieron sus ahorros y luego recurren a vender sus joyas para afrontar alguna emergencia”, explicó.

Crece venta de joyería familiar por emergencias económicas. (Freepik)

Pendientes de oro y plata, collares de perlas, pulseras, relojes de marca, vajillas de plata y monedas antiguas son las principales pertenencias que en estos momentos de crisis salen de los cajones familiares para venderse y apuntalar la caída de ingresos.

“Muchas familias no llegan a fin de mes y recurren a vender la plata y el oro que tienen en su casa en forma de joyas. La gente recurre a lo último que tiene. A veces son fantasías y joyas bañadas en oro que no tienen mucho valor”, añade Maximiliano, vendedor de Joyería Cleopatra, también en el centro de Córdoba.

“Muchos son jubilados que necesitan ponerse al día con sus impuestos, o familias que tienen que hacer un pago urgente o cancelar el plan del auto”, agregó el comerciante.

Desapego

Vender joyas familiares no es fácil para muchas personas y, a menudo, reservan esa opción como último recurso. Cada pieza suele tener un valor emocional para su propietario más allá del valor económico, lo que dificulta deshacerse de ella.

“Lo emocional siempre aparece. Muchas clientas se entristecen porque habían conservado esas joyas durante muchos años, o porque pertenecían a un familiar muy querido, como su madre o su abuela”, explicó Naranjo. “Y terminas siendo un poco psicólogo, charlando con el cliente, tratando de que esté seguro de la decisión”, dijo.

“Hay personas que antes de regalarnos la joya la acarician o la besan, como si en ese momento se despidieran de alguien muy querido para ellos. Para muchos no es fácil venderlos, pero necesitan el dinero”, dijo Silvia, dueña de la tienda Sici Joyas.

De hecho, los joyeros relatan que hay muchas veces que antes de realizar una venta, la persona se arrepiente y cambia de decisión. O solo vende algunas piezas, y decide quedarse con otras a las que le tiene más cariño.

En otros casos, la decisión de vender no está tanto relacionada con una cuestión emocional, sino más bien con la inseguridad. “Hay gente que vende sus joyas por motivos de seguridad: no quieren tenerlas en su casa y corren el riesgo de que se las roben”, afirma Garrido.

Cuánto cuestan

La joyería es un universo casi infinito en el que el valor de cada pieza –sobre todo si es usada– depende de muchos factores que, a los ojos de un tasador profesional, pueden resultar en tal o cual precio.

“Hay piezas de joyería que son valoradas por su valor como pieza de joyería, considerando no sólo el metal con el que están elaboradas, sino también por su estilo, antigüedad, diseño, entre otras cosas. En ese caso el valor es mucho mayor que su peso en oro o plata”, explicó Francisco Naranjo, tasador de Leiva Joyas.

La situación económica obliga a muchos a acudir a las joyerías para vender sus joyas. (La voz)

Según el especialista, hay relojes de determinadas marcas y características que se cotizan en dólares y son muy buscados y bien pagados. Lo mismo ocurre con ciertos juegos de joyería o platería. “La gente a veces no sabe lo que tiene en su casa, y cuando traen las piezas para tasarlas se sorprenden de lo que valen”, afirmó.

En caso de que se trate de una joya sin otro atributo que el metal en el que está elaborada, la cotización se realiza según el peso. Las joyerías cordobesas pagan actualmente entre 40.000 y 45.000 dólares por gramo de oro de 18 quilates, y por encima de ese valor si es oro de 24 quilates.

En algunos casos, el precio del oro puede alcanzar hasta 80 mil dólares, pero bajo condiciones muy específicas.

En el caso de la plata, su valor económico es mucho menor: entre 400 y 500 dólares el gramo.

Generalmente estas piezas son fundidas y el metal utilizado para elaborar nuevas joyas, especialmente anillos de boda o cadenas de 15 años y bautizos, que son las joyas más demandadas hoy en día por la gente común.

Cuando se trata de relojes, hay ciertas marcas y modelos buscados por los coleccionistas que pueden valer hasta 250.000 dólares, incluso sin su caja o caja original.

 
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