Cómo la muerte de un hombre negro en Ohio recuerda el asesinato y la brutalidad policial de George Floyd – Firstpost –.

Cómo la muerte de un hombre negro en Ohio recuerda el asesinato y la brutalidad policial de George Floyd – Firstpost –.
Cómo la muerte de un hombre negro en Ohio recuerda el asesinato y la brutalidad policial de George Floyd – Firstpost –.

Frank Tyson, de 53 años, dijo repetidamente “No puedo respirar” mientras la policía lo inmovilizaba contra el suelo. AP

La policía de Ohio publicó un video de Frank Tyson, un hombre negro de 53 años, que murió en un hospital local después de decirle repetidamente a los agentes “no puedo respirar” mientras lo inmovilizaban contra el piso de un bar y lo esposaban. El clip trae recuerdos escalofriantes del asesinato de George Floyd. En el epicentro de la muerte de Tyson, como la de Floyd, está el sistema policial de Estados Unidos. La atención se centra una vez más en los prejuicios raciales en las fuerzas del orden de Estados Unidos.

Te contamos cómo mataron a Tyson, por qué ha sacado a relucir dolorosos recuerdos del homicidio de George Floyd y sobre el prejuicio racial sistémico en las fuerzas policiales de Estados Unidos.

“No puedo respirar”, dijo Frank Tyson

El incidente se desarrolló el 18 de abril. Los agentes de policía de Cantón respondieron a un informe de un accidente automovilístico que involucró a un vehículo que había chocado contra un poste eléctrico. Testigos presenciales dijeron que el culpable había huido a un bar cercano. Siguiendo esta pista, la policía entra en una taberna, donde identifican a Tyson como el posible conductor que había huido del lugar.

Las imágenes de la cámara corporal captaron un enfrentamiento caótico dentro del establecimiento. Los oficiales intentaron detener a Tyson, quien seguía gritando: “Están tratando de matarme”. Durante la pelea, los policías logran derribar a Tyson al suelo y esposarlo. Uno de ellos le coloca una rodilla en la espalda, peligrosamente cerca del cuello, durante 30 segundos.

Se le puede escuchar decir repetidamente: “No puedo respirar. No puedo… quítate de encima”, mientras un oficial grita “Cálmate” y “Estás bien”.

Conforme pasaron los minutos, la voz de Tyson se apagó; se quedó inmóvil y sin responder. Los agentes continúan hablando con los clientes del bar. Uno de ellos incluso dijo que siempre quiso estar en una pelea de bar.

Las imágenes de la cámara corporal muestran que los oficiales se dieron cuenta tardíamente del estado crítico de Tyson. Comenzaron RCP y pidieron asistencia médica, pero ya era demasiado tarde. Tyson fue declarado muerto poco después de llegar al hospital.

‘No puedo respirar’, había dicho George Floyd

Los gritos de “No puedo respirar” recuerdan la dolorosa muerte de George Floyd, cuya muerte bajo la rodilla de un oficial de policía de Minneapolis se convirtió en un punto de reunión para los manifestantes en todo Estados Unidos.

El 25 de mayo de 2020, George Floyd fue detenido por la policía tras una acusación de utilizar un billete falso de 20 dólares. El encuentro se intensificó rápidamente, lo que llevó a que tres agentes inmovilizaran a Floyd. Derek Chauvin, uno de los agentes, colocó su rodilla sobre el cuello de Floyd durante más de nueve minutos, posición que mantuvo a pesar de que Floyd decía repetidamente “No puedo respirar” y le rogaba que se bajara.

“No puedo respirar” se convirtió en un cántico durante las protestas tras el asesinato de George Floyd. Reuters

La orden de Floyd fue captada por un transeúnte. Posteriormente, el video se volvió viral y fue visto en todo el mundo. Su muerte no sólo provocó protestas generalizadas en todo Estados Unidos, sino que también desencadenó conversaciones sobre el racismo sistémico y la brutalidad policial. La protesta pública generó llamados a reformas policiales sustanciales y una reevaluación de la actuación policial en Estados Unidos, particularmente en lo que respecta al trato a las personas negras.

Ése es un problema que Estados Unidos ha tenido durante mucho tiempo.

Racismo sistémico en las fuerzas del orden de EE. UU.

Las muertes de Tyson, Floyd y miles de otras personas negras demuestran un problema generalizado y profundamente arraigado de racismo sistémico dentro de las fuerzas policiales estadounidenses.

En un informe de 2023, el Mecanismo Internacional de Expertos Independientes de las Naciones Unidas para promover la justicia y la igualdad racial en el contexto de la aplicación de la ley encontró que el racismo en los EE. UU. –el legado perdurable de la esclavitud y la trata de esclavos, y cien años de apartheid legalizado que siguieron a la esclavitud abolición—sigue existiendo hoy en forma de perfiles raciales, asesinatos policiales y muchas otras violaciones de derechos humanos.

El informe señaló que las personas negras en Estados Unidos tienen tres veces más probabilidades de ser asesinadas por la policía en comparación con los blancos, y enfrentan una tasa de encarcelamiento 4,5 veces mayor que la de los blancos.

El informe expresa profunda preocupación por el trato dado a ciertas personas, incluidos niños de ascendencia africana condenados a cadena perpetua, mujeres embarazadas encarceladas durante el parto y personas negras en prisiones recluidas en régimen de aislamiento durante hasta 10 años.

Además, la rendición de cuentas en los casos de homicidios policiales sigue siendo sorprendentemente baja. Los análisis indican que de los más de 1.000 asesinatos policiales que ocurren cada año, sólo alrededor del 1 por ciento terminan en cargos contra los agentes.

Esta falta de rendición de cuentas perpetúa un ciclo de violencia y desconfianza entre las fuerzas del orden y las comunidades a las que sirven, en particular las comunidades de color.

Aunque las cámaras corporales de la policía han captado a agentes en actos de violencia injusta, gran parte del público en general considera que el problema es anómalo. “A pesar de cuántas personas en comunidades de color de bajos ingresos piensan en los agentes de policía, la sociedad en general tiene mucho respeto por la policía y piensa que si simplemente te deshaces de las manzanas podridas, todo estará bien”, dijo Sandra Susan Smith, una profesor de justicia penal de la Harvard Kennedy School, fue citado en The Harvard Gazette. “El problema, por supuesto, es que no se trata sólo de una cuestión de manzanas podridas”, señaló Smith, señalando fallos sistémicos evidentes.

El llamado a un cambio sistémico tiene el eco de grupos de derechos civiles y observadores internacionales que exigen una revisión integral de las prácticas policiales. Abogan por la implementación de una capacitación rigurosa sobre el reconocimiento de prejuicios, la adopción de protocolos estrictos de uso de la fuerza y ​​el establecimiento de sistemas de rendición de cuentas más eficaces.

Con aportes de agencias

 
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