El Tribunal Supremo de Italia ha ordenado la repetición de un juicio que en marzo del año pasado supuso que cada uno de los dos hijos de Juana Rivas y Francesco Arcuri permanecieran bajo la custodia de cada uno de los padres. Los niños eran entonces menores y la sentencia implicaba que cada uno de ellos se encontraba en un país diferente, el mayor en España y el menor en Italia. Ahora, el alto tribunal italiano considera que esa separación no era razonable porque, entre otras cosas, el tribunal no consideró plenamente las implicaciones de “la interrupción del vínculo” entre los hermanos. El Tribunal Supremo también considera que cualquier decisión en este ámbito debe estar centrada en el interés moral y material de los hijos, su interés superior y evitar el “daño de la separación de la unidad familiar”.
Él Caso Juana RivasEditar Todo empezó en el verano de 2016, cuando esta madre de Maracena (Granada) no se llevó a Italia a sus dos hijos pequeños, con su padre, Francesco Arcuri. Hasta unos meses antes, Rivas, Arcuri y los niños vivían juntos en Carloforte, al sur de Cerdeña. En mayo de ese año, Rivas trajo a los niños a España para pasar unos días y no regresaron con su padre hasta, después de tres sentencias judiciales y un mes en el que los niños estaban desaparecidos con su madre, agosto de 2017, tras la última llamado judicial para entregar los dos menores al padre—en septiembre de 2017 el padre recuperó a los niños y se fue con ellos a Italia.
Desde entonces, el caso ha tenido un largo historial penal en los tribunales españoles, que incluso condenaron a la madre a cinco años de prisión. Pero ella, finalmente, fue indultada por el Gobierno español. En España se ha solucionado la no entrega de hijos. En Italia, en cambio, la trayectoria en los tribunales italianos ha sido a través de procedimientos civiles y ha estado centrada en la guarda y custodia de menores. Según informó el abogado de Juana Rivas, Carlos Aránguez, este jueves desde junio de 2022, el hijo mayor vive en Granada con su madre y hace cuatro días cumplió 18 años.
Esta pelea en los tribunales italianos comenzó en octubre de 2016 y tuvo una primera resolución en 2019, que otorgó a Arcuri la custodia de los dos menores. El año pasado, tras la apelación de los abogados de Rivas, la custodia de cada niño fue otorgada a cada uno de los padres. Ésa es la sentencia que ahora el Tribunal Supremo italiano quiere volver a analizar. Por ello, explica su abogado, “de conformidad con las normas del sistema judicial italiano, el Tribunal Supremo, tras determinar la anulación de la sentencia del Tribunal de Apelación de Cagliari, devuelve el caso a dicho Tribunal, para que, con una nueva composición de magistrados, y teniendo en cuenta las consideraciones formuladas en la sentencia de casación, dictar una nueva sentencia”. El abogado recuerda también que junto a este procedimiento civil “existe un procedimiento penal abierto en Italia contra Francesco Arcuri, por abuso habitual, físico y psicológico hacia sus hijos”.
