El fin de un problema social podría comenzar este jueves, luego de la consejo deliberante aprobaría un Ordenanza que prohíbe la circulación de motocicletas con tuberías modificadas.los cuales serán embargados y, para su restitución, los propietarios deberán instalar tuberías homologadas.
La propuesta presentada en abril de 2023 por el entonces bloque Frente de Todos –hoy Unión por la Patria– fue validada unánimemente por todos los espacios políticos, luego de que También recibió el apoyo del Ejecutivo tras algunas modificaciones incorporadas mediante el tratamiento en comisiones.
En concreto, la nueva normativa establece la Prohibición de la circulación de motociclistas que no cuenten con un tubo de escape homologado o que haya sido modificado para realizar los conocidos como “cortes”., es decir, explosiones de impacto por aceleración. La ordenanza contempla la excepción de las motocicletas que participen en actividades como exhibiciones o competencias autorizadas.
Los tubos de escape serán confiscados por el Municipio y podrán ser destruidos. Foto ilustrativa.
Más allá de la prohibición, la ordenanza tiene como objetivo generar un cambio a partir de la sensibilización sobre los problemas que estos tubos de escape provocan en materia ambiental y de salud. Por ello, se autoriza la realización de campañas de difusión, donde el Ejecutivo deberá presentar el plan de trabajo al respecto en un plazo de 30 días.
A partir de la promulgación de la ordenanza, los vehículos que circulen en infracción deberán ser incautados por personal municipal, mientras que El propietario del vehículo deberá reinstalar un tubo de escape homologado para recuperar el vehículo..
Como sanciones, tanto el Confiscación de tubos de escape modificados, como multa económica. lo que podrá suponer hasta 10 salarios mínimos para el personal municipal, cifra actual que ronda el millón y medio de pesos. En caso de reincidencia dentro del año siguiente a la primera sanción, la multa se duplicará.
“Efecto nocivo y peligroso”
En el proyecto original, su autor Miguel Guglielmotti (UP) alertó sobre “el efecto nocivo y peligroso que tienen sobre las personas con trastorno del espectro autista (TEA) la contaminación acústica y los ruidos molestos emitidos por motocicletas y ciclomotores de cualquier tipo y cilindrada que llevan el tubo de escape modificado o libre”. ”. Si bien las normas buscan proteger la salud de la población en general, la atención se centra especialmente en las personas con TEAdonde la ordenanza había sido aprobada el año pasado “La hora del silencio”promover que los comercios cuenten con dos horas semanales de locales equipados para recibir clientes con TEA.
“Modificar los tubos de escape de motocicletas y otros vehículos es una práctica muy extendida que afecta gravemente la tranquilidad de la población al generar ruido excesivo e intencionado en todo momento. La contaminación acústica por la producción de ruidos molestos produce efectos negativos en la salud auditiva, física y psicológica de la población”, destacó Guglielmotti en los considerandos del proyecto.
Concejal Miguel Guglielmotti, autor del proyecto.
En esa línea, El proyecto también sumó el apoyo de la Secretaría de Salud municipal, que en un informe había indicado que “el tema de la contaminación acústica es un problema que debe abordarse”. El informe firmado por el director general del CEMA, Stephanie Schoenquien señaló que “los seres humanos estamos programados para considerar los ruidos como posibles fuentes de peligro. Si la exposición al ruido es crónica y supera determinados decibeles, los efectos sobre la salud son negativos.”.
“La Organización Mundial de la Salud aseguró que parámetros superiores a 65 decibelios son perjudiciales para la salud tanto mental como física. El ruido provoca molestias, distracciones, perturbaciones y aunque la exposición sea muy prolongada puede provocar daños irreversibles en el órgano auditivo, efectos cardiológicos, neurológicos y alteraciones en el bienestar mental”; añadió el funcionario.
Finalmente, afirmó que “Las poblaciones más vulnerables a sufrir los efectos de la contaminación acústica son las personas mayores, los niños y las personas con enfermedades mentales.. “Los niños con trastornos del neurodesarrollo, como aquellos que cumplen criterios compatibles con el autismo, sufren especialmente trastornos sensoriales, especialmente hiperacusia”.
