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El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, decidió cancelar su agenda pública durante unos días para reflexionar si dimitirá como jefe del Ejecutivo tras la denuncia contra su esposa, Begoña Gómez, por presunta corrupción, y comunicará su decisión el 29 de abril..
Sánchez lo comunicó en una carta a la ciudadanía que hizo pública a través de la red social X después de que un juzgado de Madrid abriera una investigación contra Gómez por el presunta comisión de delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios tras la denuncia del sindicato de extrema derecha Manos Médicas.
En su carta, el jefe del Ejecutivo lamenta el ataque “sin precedentes” contra su esposa y se pregunta si vale la pena seguir soportando esta situación.
Una pregunta a la que responde asegurando que no lo sabe y, por ello, señala que necesita “pararse a reflexionar” con su mujer, de la que admite estar “profundamente enamorado”.
“Necesito responder urgentemente a la pregunta de si vale la pena, a pesar del barro en el que la derecha y la extrema derecha intentan voltear la política. Si debo seguir al frente del Gobierno o renunciar a este alto honor”, añade Sánchez.
La denuncia contra la esposa del presidente del Gobierno, basada en informaciones de prensa, señala que, aprovechando su condición, habría recomendado o avalado con su firma a empresarios que se presentaban a concursos públicos.
Señala que uno de los empresarios adjudicatarios de licitaciones por valor de 10 millones de euros organizó posteriormente un máster dirigido por Begoña Gómez en el Centro África, del centro de estudios del Instituto de Empresa.
Según Manos Liminas, la aerolínea española Air Europa “acordó pagar 40.000 euros anuales al Centro África de la demandada” y que “el acuerdo entre Globalia (propietaria de la aerolínea) y el Instituto de Empresa incluía la entrega de 15.000 euros anuales en vuelos de primera clase para la acusada y su equipo”.
El Gobierno califica la denuncia de “falsa” y propia de actitudes “trumpistas”
Esta denuncia salió a la luz un día en el que se celebraba una sesión de control del Ejecutivo en el pleno del Congreso español, lo que provocó una sucesión de declaraciones.
El primero de ellos del propio Sánchez que dijo que, “un día como hoy y después de la noticia que he conocido, a pesar de todo sigo creyendo en la Justicia de mi país”.
Posteriormente, otras voces del Gobierno salieron en defensa de la esposa del jefe del Ejecutivo, calificando de “falsa” la denuncia presentada y advirtiendo de que no permitirían actitudes “trumpistas” que socaven la democracia.
También acusaron al principal partido de la oposición, el conservador PP, de utilizar la denuncia de una “organización de extrema derecha” como Manos Limpias para difamar e insultar a la Presidencia del Gobierno.
Miembros del Gobierno también apoyaron a Sánchez en redes con hashtags como #yoconpedro o #notodovale.
La oposición pide explicaciones a Pedro Sánchez
Por su parte, el PP conservador pidió explicaciones a Pedro Sánchez y le exigió que “dé la cara” porque es “urgente, imperativo y necesario” tras una apertura de diligencias que considera “muy preocupante”.
Desde las filas del independentismo en Cataluña (noreste de España), varios dirigentes del partido que apoyó la toma de posesión de Sánchez, ERC, mostraron su “empatía con el dolor” del presidente y le animaron a “aguantar”.
Sánchez, que tenía previsto viajar mañana a Cataluña, para acompañar al candidato socialista en la apertura de campaña de las elecciones autonómicas del 12 de mayo, canceló este viaje, así como su presencia en otros actos relevantes de esta semana.
