“No hay sillas vacías para los rehenes en la mesa del Seder de Chengdu”.

“No hay sillas vacías para los rehenes en la mesa del Seder de Chengdu”.
“No hay sillas vacías para los rehenes en la mesa del Seder de Chengdu”.

Antes de Pesaj, circuló la sugerencia de dejar una silla vacía en la mesa del Seder para recordar a los rehenes en Gaza. Tras la respuesta del Rebe a una idea similar, el rabino Dovi Henig surgió una solución única.

Por el rabino Dovi Henig – Jabad de Chengdu

Antes de Pesaj este año, circuló la sugerencia de dejar una silla vacía en la mesa del Seder para recordar a los rehenes en Gaza. Esta no es la primera vez que se hace una sugerencia de este tipo.

A principios de la década de 1950, durante un yejidus con un líder prominente de la Federación Judía de América del Norte, se propuso que las familias judías colocaran una silla vacía en su mesa del Séder para conmemorar a los millones de judíos que perecieron en el Holocausto.

El Rebe rechazó respetuosamente esta propuesta. En cambio, he sugerido una tradición más impactante: en lugar de dejar una silla vacía, cada familia debería invitar a un invitado adicional a su Séder. De esta manera se ocuparía la silla vacía, simbolizando un legado vivo y un triunfo para el pueblo judío.

Esta historia ejemplifica el mensaje y el enfoque consistentes del Rebe: transformar el recuerdo en acción y asegurar que la memoria conduzca a la afirmación de la vida.

En Jabad Chengdu, esta enseñanza toma una forma conmovedora. No hay asientos vacíos alrededor de las mesas. Cada uno de ellos se llena con un judío para celebrar Pesaj. En cambio, en la mesa junto a cada asiento hay una silla en miniatura vacía, adornada con una fotografía de un rehén, que nos recuerda que todavía hay personas cautivas.

Esta noche del Seder, mientras celebramos nuestra libertad, nos damos cuenta de que todos los desaparecidos serán liberados muy pronto.

 
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