Los funcionarios de la Fuerza Fronteriza dijeron que la policía francesa estaba confiscando más embarcaciones antes de que llegaran al mar, lo que significaba que los contrabandistas estaban metiendo a más inmigrantes en las embarcaciones.
Durante la noche del lunes, la policía francesa interceptó dos embarcaciones, dos bidones de combustible, dos motores y chalecos salvavidas antes de que pudieran ser utilizados por los inmigrantes.
El número de migrantes en pequeñas embarcaciones se ha duplicado en los últimos dos años a un promedio de entre 50 y 60, y algunos transportan hasta 80.
Andrew Harding, el reportero de la BBC que presenció la partida del bote, dijo: “Una vez que los inmigrantes subieron al bote inflable que habían estado arrastrando por la arena, la policía no hizo más intentos por detenerlos”.
La interpretación de las autoridades francesas del derecho marítimo significa que no detendrán ni devolverán a los inmigrantes en el mar a menos que los solicitantes de asilo soliciten ayuda debido al riesgo para sus vidas si intentan intervenir.
Jacques Billant, prefecto de Paso de Calais, afirmó que 58 inmigrantes permanecían en el barco tras negarse a ser rescatados.
“Lograron volver a arrancar el motor y decidieron continuar su ruta marítima hacia Gran Bretaña bajo la vigilancia de la Armada francesa”, dijo.
