Más de uno ha pensado que hay algunos medios y algunos comunicadores que son detractores de oficio de AMLO y su 4T, es decir, sin una verdadera conciencia crítica de brindarle a la sociedad información que la oriente.
Y esto definitivamente no es una forma de periodismo profesional y me parece que, muchas veces, distorsiona la realidad y confunde así a la opinión pública.
Nadie puede olvidar el siniestro pasado como periodista de Televisa de Carlos Loret de Mola en el montaje que realizó de la captura de la francesa Florence Cassez y su supuesta relación sentimental con Israel Vallarta.
Una reseña de Novela policíaca del gran escritor Jorge Volpi nos lleva inevitablemente a una toma de conciencia del periodismo que hemos calificado de no oficial.
Pero si Loret es ahora un paradigma del periodismo de denuncia por sus críticas diarias al gobierno de López Obrador, no es con esta nueva actitud periodística que logrará que la sociedad lo convierta en un informante absolutamente confiable e intransigente.
Pero hay casos que, sin duda, nos hacen pensar muy seriamente en la corrupción del régimen actual.
Leí con asombro una columna del Premio Nacional de Periodismo, Edgar Hernández, publicada en el portal RELEVANTE.MX, en la que documenta que el candidato de Morena al gobierno de Veracruz, y hasta hace unos meses secretario de Energía, es un titular de cuentas en paraísos fiscales como las Islas Bahamas, donde transfirió cinco millones de dólares.
Sólo transcribirá dos párrafos de la columna de Edgar Hernández que arrojan luz sobre un reguero de corrupción intolerable en la construcción de la refinería de Dos Bocas, infraestructura que sigue sin funcionar y cuyo presupuesto inicial finalmente fue triplicado.
“De repente, ríos de dinero fluyeron de la nada hacia los paraísos fiscales.
A los supuestos 100 millones estimados en propiedades familiares de la familia Nahle, sin contar el apartamento en Nueva York que está a punto de desvelarse, se suma otro escándalo por el descubrimiento de la exportación de sumas millonarias en dólares a paraísos fiscales.
José Luís Peña, Jeff Ferguson y Rocío Nahle (SIG CODE VDR00038/CD-000947856GGA TREASURE BOND FUTURE), según un documento atribuido al Negociado Federal de Investigaciones -FBI- que hace unas horas comenzó a circular en redes sociales, detectó exportaciones de moneda extranjera al First Caribbean International Bank, al Scotiabank Bahamas, Islas Vírgenes. Banco: Alhambra Bank y Bank of the Bahamas, para depósitos repetidos que oscilan entre 100 mil y 370 mil dólares desde 2021 hasta enero de 2024.
Las transferencias alcanzan cifras superiores a los 5 millones de dólares”.
“Son revelaciones explosivas que sacudirán la campaña electoral de Veracruz: Rocío Nahle, candidata a gobernadora por Morena, y su esposo, José Luis Peña Peña, estarían vinculados con cuentas millonarias en el extranjero.
Este columnista ha tenido acceso a documentos que prueban que Nahle y su marido son propietarios no de una, sino de dos cuentas offshore en paraísos fiscales por montos superiores a los 5 millones de dólares.
Tanto Nahle como su marido son propietarios de una empresa llamada Green Solutions establecida en dos cuentas diferentes. Uno en las Bahamas, en el Bank of the Bahamas Limited con el número 58916701 y otro en las Islas Vírgenes en el Alhambra Bank and Trust, con el número de cuenta 38106227.
La cuenta en Islas Vírgenes por un monto total de 2.806.974 millones de dólares. La cuenta en Bahamas por un monto total de 2.561.971 millones de dólares”
¿Es necesario el sensacionalismo de Loret para convencer a la sociedad mexicana de que Rocío Nahle está en un problema gravísimo, tanto en términos de credibilidad electoral como de consecuencias penales?
Bueno, al mismo tiempo, parafraseando el final de la columna de Edgar Hernández.
