El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, definió este lunes como un “probable montaje” el retén con el que varios encapuchados obligaron a la candidata oficial, Claudia Sheinbaum, a detenerse el domingo en Chiapas y le han pedido que, en caso para ganar las elecciones presidenciales, abordar el clima de violencia e inseguridad que azota la frontera de Chiapas con Centroamérica. Durante su conferencia matutina, el presidente apuntó directamente a los medios latino como responsable de forzar la situación. Fue el único periódico que cubrió la detención del vehículo.
En el video subido a las redes sociales se puede ver a varios encapuchados deteniendo el convoy del candidato del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en el municipio de Motozintla, cerca de la frontera con Guatemala. Los manifestantes le pidieron que recordara las montañas de Chiapas azotadas por la violencia cuando ella era presidenta. El único micrófono que captó las voces fue latino. El presidente se ha detenido en este detalle para definir el encuentro como un montaje. “Ya sabemos que es muy probable que sea propaganda porque la persona que va a hacer una declaración no está ni encapuchada ni grabando”, afirmó el presidente.
El hecho de que los manifestantes tuvieran el rostro cubierto también fue motivo para que el presidente deslegitimara la protesta. “Es muy probable que sea una trampa. ¿Por qué encapuchados? Si alguien tiene una denuncia, para qué se va a poner capucha”, dijo. Para afirmar su postura respecto del presunto montaje, afirmó que la gente lo para en las vías para quejarse, lo hacen “sin cubrirse el rostro”.
López Obrador ha admitido que Chiapas está siendo afectado por disputas entre grupos criminales. “Es muy extraño lo que pasó allá en Motozintla, Chiapas, y efectivamente hay grupos que están peleando, pero esto es algo muy especial”, dijo.
La hipótesis de un presunto montaje ha sido lanzada por la propia Sheinbaum, quien tras el bloqueo declaró que el incidente le pareció “muy extraño”, por el lenguaje de los sujetos. Según su relato, los encapuchados le pidieron, si ganaba las elecciones del 2 de junio, que atendiera la frontera de Chiapas con Centroamérica, una trinchera de inseguridad y violencia por el control de la ruta migratoria y los recursos naturales.
Los manifestantes declararon que su protesta no era contra el candidato ni contra el actual Gobierno de Morena. “Acuérdense pobres, eso es todo lo que queremos decirles, no estamos contra el Gobierno, ténganlo en cuenta, no estamos contra ustedes”, explicó uno de los encapuchados. El temor del grupo era que Motozintla se convirtiera en una zona controlada por grupos criminales. “No queremos que Motozintla sea otro desastre como Comalapa, queremos que usted, cuando esté en la presidencia, nos haga el favor de limpiar ese tramo hasta Comalapa”, declararon.
El estado sureño está envuelto en una grave crisis de violencia provocada por las disputas entre el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación, que se disputan una franja selvática cercana a la frontera con Guatemala. Los enfrentamientos han causado víctimas civiles y el desplazamiento de miles de personas que han huido de sus pueblos y comunidades.
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