Sumar sobrevive en Euskadi tras un agónico recuento. Con el 3,3% de los apoyos y un único diputado en el Parlamento Vasco, que ni siquiera fue su candidato a la Lehendakaritza y pertenece a Izquierda Unida, la plataforma de Yolanda Díaz respira ante las europeas y frente a un Podemos libre en decadencia, que finalmente se ha quedado fuera con un escaso 2,3%. Aunque la vicepresidenta se escapa por poco, los resultados confirman el desplome del espacio en la autonomía, que en conjunto obtuvieron seis escaños en 2020 y aparece ahora lastrado por el ascenso de EH Bildu, la división del voto y la fractura interna.
Tras la debacle de la izquierda en Galicia, los datos de este domingo dejan a Podemos sacudido de cara a la batalla decisiva de junio, pero tampoco evitan la crisis interna en la coalición de Díaz. Con un Sumar sin apenas visibilidad en el Gobierno y en plena pelea con IU, la vicepresidenta obtiene una prórroga, aunque las tensiones continúan y el equilibrio del 21-A, que deja fuera a la principal candidata, Alba García, obliga repasemos la estrategia de los próximos meses
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