El juicio contra Donald Trump por soborno a la actriz porno Stormy Daniels antes de las elecciones presidenciales de 2016, la primera causa penal que coloca en el banquillo a un expresidente de Estados Unidos, avanza ahora hacia su tercer día tras el segundo que llevan elegidos siete de las doce personas que formarán parte del jurado que, con base en las pruebas, decidirán si el candidato republicano es inocente o culpable de los 34 delitos que se le imputan.
Entre los elegidos hay cuatro hombres y tres mujeres, de los cuales cinco tienen estudios universitarios o superiores (hay dos abogados) y sólo uno de ellos desconoce que Donald Trump tiene otros casos abiertos. Ninguno ha demostrado tener opiniones “particularmente fuertes” sobre el magnate o la política, según CNN. Además, la defensa ha examinado las redes sociales de los candidatos al cargo, una a una, para comprobar que sus posiciones políticas no pueden interferir en el proceso.
Durante este proceso de análisis de las redes sociales de los jurados, el juez a cargo del juicio, el latino Juan Merchán, ha tenido que reprender a Trump por su comportamiento, que ha llegado a “intimidar” a un jurado a través de gestos y su forma “audible” de hablar en dirección a esta persona. La víspera, el juez de 61 años había leído al expresidente de Estados Unidos un mandato legal conocido como Advertencia de Parker, que reconoce su derecho a asistir a juicio como imputado pero que también puede acarrear prisión por mala conducta.
La Fiscalía acusa a Trump de 34 delitos por presunta falsificación de documentos, dentro de una trama con la que habría intentado ocultar el pago de 130.000 dólares a Stormy Daniels para comprar su silencio y no hablar de una supuesta relación extramatrimonial antes de las elecciones de 2016. El magnate justificó este pago como parte de sus gastos legales.
La mera selección del jurado (que estará compuesto por doce jurados y seis suplentes) ya parece complicada, dada la relevancia del personaje, aunque el juez se ha mostrado optimista y cree que estará listo a finales de semana. El expresidente sigue insistiendo en que el juicio forma parte de una “persecución política” contra él, de la que culpa directamente a la Administración de Joe Biden.
Sin embargo, Donald Trump aprovechó hoy un receso para asistir a un acto de campaña. El expresidente abandonó este martes la corte de Nueva York para dirigirse a Harlem y reunirse con un grupo de bodegueros (dueños de tiendas de barrio), en su mayoría latinos, afectados por una ola de robos y violencia.
La ola de violencia en los comercios de barrio, en su mayoría propiedad de dominicanos, ha llegado a tal punto que un grupo de estos pequeños comerciantes decidió adquirir armas de fuego y capacitarse en su uso para defenderse de los delincuentes. “Los almacenes son un salvavidas para las comunidades desatendidas, y el presidente Trump cree que sólo deshaciendo las políticas blandas contra el crimen del Partido Demócrata se podrá restaurar completamente la ley y el orden en todos los distritos de la ciudad de Nueva York”, dijo. La campaña del republicano en un comunicado.
Los abogados del expresidente intentaron en vano posponer el inicio de este juicio, el primero de varios que Trump tiene pendientes. El expresidente aún debe responder, entre otras cuestiones, por sus esfuerzos por intentar revertir los resultados de las elecciones de 2020, en las que ganó Biden.
