El grupo de arquitectura naval Gibbs & Cox ha presentado un plan para convertir antiguas plataformas petrolíferas en plataformas de defensa antimisiles y bases de reabastecimiento.
El plan tiene como objetivo abordar los problemas de capacidad que enfrenta la Armada de los EE. UU., proporcionando defensa contra misiles balísticos y recarga para buques y aviones en el mar.
El concepto de Plataforma Móvil de Defensa/Depósito (MODEP) creado por Gibbs & Cox, una filial del grupo de defensa y aviación Leidos, prevé el desarrollo de una isla flotante a partir de una plataforma reutilizada, capaz de operar de forma independiente durante más de 12 meses.
En una entrevista con la publicación comercial Naval News en la feria comercial Sea Air Space 2024, el arquitecto de soluciones y gerente del departamento de sistemas de combate de Gibbs & Cox, Dave Zook, declaró: “Nuestro objetivo aquí es encontrar una solución que ayude al desafiante problema de tener problemas de capacidad en el Pacífico Occidental.
“Porque no hay suficientes células, ni suficientes misiles, ni suficientes para poder mantener esas naves en la estación avanzada”.
Aprovechando el tamaño y la estabilidad de la plataforma en todo tipo de clima, la compañía afirma que una de sus plataformas convertidas podría viajar de 5 a 9 mph, cubriendo hasta 230 millas por día durante 150 días.
Las plataformas petroleras convertidas podrían viajar 4.600 millas sin necesidad de repostar, con una capacidad de 2,3 millones de galones de combustible.
Además, el concepto vendría con instalaciones de mantenimiento y reparación para buques de guerra, la capacidad de transportar 8.000 toneladas y ofrecería entre 6 y 20 MW de potencia adicional.
La plataforma también utilizaría dos grúas capaces de levantar 100 toneladas para operaciones de recarga y utilizaría tecnología de petróleo y gas existente para reabastecer de combustible a los barcos en el mar.
El concepto de misil balístico, según Gibbs & Cox, podría contener como máximo 512 células de sistema de lanzamiento vertical o 100 lanzadores de misiles grandes. La plataforma aprovecharía la altura de la plataforma para proporcionar una posición de vigilancia óptima.
Según Gibbs & Cox, ya ha identificado hasta seis plataformas comerciales estadounidenses que podrían convertirse y estar listas en unos dos años.
