La catedral de Notre-Dame de París, devastada por un incendio en abril de 2019, está en camino de reabrir según lo previsto y por debajo del presupuesto en diciembre de 2024, cinco años después, dijo el responsable de la reconstrucción.
“Estamos cumpliendo con los plazos y el presupuesto”, dijo la semana pasada Philippe Jost, que dirige el organismo público que supervisa el proyecto, ante un comité del Senado francés.
Jost elogió el trabajo de las 250 empresas y grupos de artesanos involucrados en la reconstrucción, que comenzó en la primavera de 2022 después de que se limpiaron los escombros y se aseguraron los cimientos.
Las señales de que el proyecto está a punto de finalizar son claras. En febrero, se retiraron algunos de los andamios para descubrir la nueva aguja de la catedral, adornada con un gallo dorado y una cruz.
El gallo, reimaginado como un dramático fénix con plumas flameadas lamiendo, simboliza la resiliencia en medio de la destrucción después del devastador incendio, dijeron las autoridades.
También se está añadiendo un sistema de nebulización contra incendios bajo el techo de la catedral.
Continúa la instalación del propio techo de plomo, que se derritió durante el incendio. La capa exterior se colocará sobre un marco de roble macizo, reconstruido con madera clavada y pernos no metálicos utilizando técnicas que se remontan a cientos de años.
La reconstrucción se retrasó por los esfuerzos de descontaminación, después de que más de 300 toneladas de plomo del techo se derritieran en el incendio.
Luego, las autoridades tuvieron que suspender el trabajo varias veces durante el primer invierno debido a los fuertes vientos, antes de que Francia entrara en confinamiento por el Covid a principios de 2020.
La catedral fue construida durante dos siglos, entre 1163 y 1345.
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