Después de todo, Londres registró fracasos como Deliveroo, mientras que el mercado de Nueva York recientemente dio la bienvenida a Social Truth de Donald Trump, que no es la inversión más segura del mundo. El auge de las cotizaciones en la India será heterogéneo, pero habrá algunas joyas allí y surgirán con el tiempo.
Del mismo modo, el mercado de Shanghai puede haber sido débil en los últimos años debido a la desaceleración de la economía china, pero aun así ha duplicado el número de empresas que cotizan en bolsa durante la última década, y bien podría mejorar este año a medida que grandes nombres como los minoristas de moda Shein y el fabricante de vehículos eléctricos Zeekr venden acciones al público inversor.
En general, la región de Asia y el Pacífico acogió más de 700 salidas a bolsa en 2023, recaudando más de 73.000 millones de dólares, más de la mitad del total mundial. No hay señales de que esa tendencia se desacelere. De hecho, con nuevos mercados de capitales como el de Indonesia –con 79 salidas a bolsa en 2023 y otras 65 programadas para este año– comenzando a prosperar, sólo se acelerará.
En realidad, las dificultades que enfrentan los principales mercados bursátiles occidentales dejan una cosa clara: no se trata sólo de un fenómeno británico. Salir de la UE probablemente no ayudó, como tampoco lo hace el impuesto de timbre sobre el comercio de acciones, ni nuestros irremediablemente bajos niveles de ahorro e inversión. Y, sin embargo, en realidad, todos esos son factores relativamente menores. Los mercados de valores están en rápido declive en todo el mundo desarrollado. No es nada de qué enorgullecerse, pero simplemente estamos a la vanguardia.
