Es periodista, ingeniero civil y docente de la Universidad Nacional del Sur en temas relacionados con el patrimonio arquitectónico y el urbanismo. Ha publicado artículos en las revistas Propiedad, Todo es Historia, Obras & Protagonistas y Summa +. Participa en varios micros radiales referentes a la historia de Bahía Blanca. En dos ocasiones recibió la primera mención de ADEPA en la categoría Cultura e Historia.
El rascacielos Taipei 101, símbolo de Taiwán con sus 508 metros de altura, se mantuvo en pie pese a los más de 7 puntos del terremoto que afectó a esa ciudad este mes. Esto fue posible al tener en su parte superior una especie de maxi péndulo de 600 toneladas, calculado para equilibrar todo tipo de temblores.
Se trata de un dispositivo antisísmico que sirve para proteger todo tipo de obras, desde edificios, puentes, viaductos, explotados, por ejemplo, en el puente Storebalt en Dinamarca, el puente Stonecutters en Hong Kong y el Rion-Antirion en Grecia, entre otros. otros.
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Esa enorme esfera de acero en Taipei ha sido capaz de equilibrar temblores sísmicos y ráfagas de viento, funcionando perfectamente. “El absorbente de armónicos salvó al rascacielos del terremoto”, afirmó Renato Vitalani, ingeniero civil y profesor de la Universidad de Padua.
Para el Taipei 101 se fabricaron ocho disipadores de esfera, que proporcionan el nivel adecuado de disipación de energía, tanto frente a eventos eólicos como sísmicos.
Torre
Taipei 101 es una torre de vidrio y acero, cuyo perfil se asemeja a un tallo de bambú. El cerramiento de sus fachadas es de color verde aguamarina, símbolo en la cultura asiática de fortaleza y longevidad. Su nombre se debe a sus 101 pisos, en los que alberga oficinas.
El sistema antisísmico que posee se llama Tuned Mass Damper (TMD) y es una maravilla de la ingeniería que estabiliza la estructura en caso de movimientos provocados por vibraciones armónicas. Se trata de una esfera de acero de 5,5 metros de diámetro, formada por 41 discos superpuestos y con un peso de 660 toneladas. Se encuentra ubicado entre los pisos 87 y 92.
La esfera queda suspendida por cables de acero conectados a la estructura y comienza a oscilar en sentido contrario a cualquier movimiento, reduciendo su efecto porque las fuerzas de inercia que tensan la esfera son en sentido contrario a las que tensan el edificio. La esfera puede moverse con una amplitud de entre un centímetro y 1,5 metros.
A diferencia de otros rascacielos equipados con este tipo de amortiguador, Taipei optó por no ocultarlo. Sus instalaciones están abiertas al público y son motivo de constantes visitas.
