“Quería hacer una compra y fue reconocido por el dueño porque estafó a otros comerciantes de la zona pagando con Mercado Pago. Por tal motivo, esta persona arrojó gas pimienta a los ojos del joven, quien inmediatamente se dio a la fuga”, dijo Cuevas.
Por esto, no solo el comerciante se había dado cuenta de quién se trataba, sino que los agentes de la Comisaría 16 también habían sido alertados por comerciantes vecinos, con quienes comparten grupo de seguridad en WhatsApp.
Con la descripción proporcionada por testigos de la zona, los agentes rápidamente encontraron al presunto estafador a unas cuadras, cerca de calles Río Huenu y Caleufú.
Cuevas indicó que según el comerciante, el joven realizaba las estafas pidiendo pagar a través de Mercado Pago, aunque al momento de acreditar la transferencia a la víctima mostró un recibo apócrifo, por lo que nunca realizó el pago. Al descubrir lo que ocurría, los comerciantes comenzaron a alertarse entre sí para no permitir que cometiera otro acto.
En el caso del cotillón, el joven no logró cometer la estafa y pese a las acusaciones, lo cierto es que aún no se han recibido denuncias, algo crucial para que la Policía pueda investigar y el Departamento de Justicia les atribuya los hechos.
Elementos de la División Motorizada DEMOSE y la Comisaría 21 colaboraron con la demora del sospechoso, quien fue puesto a disposición de la Justicia y posteriormente recibió libertad condicional tras ser notificado de la investigación.
Respecto al gas pimienta que recibió el joven, Cuevas indicó que solo expresó un ligero malestar, aunque su rápida fuga le impidió sufrir los efectos reales del mismo.
Estafa con Mercado Pago
A mediados de 2022, dos jóvenes eran investigadas, Aixa Salvo y Romina Danielli, quienes fueron identificadas y capturadas por personal de Delitos Económicos luego de cometer una serie de estafas en diferentes negocios, precisamente utilizando esta misma modalidad para falsificar el pago de los artículos que compraban. tomó: la edición de la imagen de un recibo que modificaron para que mostrara el nombre del negocio y el monto que supuestamente pagaron.
Así, hicieron caer a varias víctimas, entre las que se encontraban los dueños de una panadería y una cotillón. El dueño de este último establecimiento fue quien viralizó las imágenes y colaboró con la identificación de las mujeres.
Al mismo tiempo, alrededor de 30 comerciantes más dijeron haber sido víctimas del mismo engaño, aunque está claro que estas jóvenes no eran las únicas que conocían el truco.
