Durante los últimos días han sido muchas las personas que han tenido Palabras de cariño y recuerdo para Silvia Tortosa. El artista falleció a los 77 años a causa de un cáncer que le había detectado no hacía mucho. Una despedida para la artista polifacética, que se convirtió en reina de YouTube con más de dos millones de suscriptores, tras la cual se conocieron detalles sorprendentes sobre su situación sentimental.
Siempre sumamente discreta en todo lo relacionado con su vida privada, tras su muerte se supo que había roto su matrimonio con Carlos Cánovas, su pareja durante 17 años. Además de conocer los primeros detalles sobre el nuevo testamento que escribió después de su ruptura.
Ella misma Llegó a ser definida como “una pequeña hormiga”, de ahí los ingresos acumulados en su extensa y prolífica carrera. Lo que le había hecho poseer una sólida cartera inmobiliaria, con la gran mansión en el exclusivo barrio de Puerta de Hierro, en Madrid, como principal joya de su testamento. Un legado del que ahora se han conocido más detalles.
Así, según revelan en ‘Y ahora Sonsoles’, uno de los beneficiarios de su testamento es gran amigo de la actriz Ana Congost. Ella fue su tutora legal en los últimos tiempos, además de ser su apoyo inseparable durante los momentos más duros de la depresión que atravesó. Esto hizo que se enterara de la infidelidad de su marido., Carlos Cánovas. La separación legal no se produjo, pero, a raíz de esta traición, decidió cambiar el testamento y dejó claras algunas peticiones respecto del papel de su expareja en sus últimas voluntades.
Además, otro de sus grandes amigos, el coreógrafo y bailarín Chema Marín, Ella reveló en el mismo programa cómo fueron sus últimas horas: “Nos sintió todo el tiempo, no estuvimos separados de ella por unas 14 horas”https://www.vanitatis.elconfidencial.com/famosos/2024-04- 05/silvia-tortosa -herencia-muerte-amiga-ana-congost_3861036/.”Es impresionante, Estaba muy linda cuando se fue, Era como Blancanieves, Grace Kelly o Evita, impresionante”, insistió.
Algunas palabras que La propia Ana Congost apoyó en ‘La Razón’: “Silvia se fue tranquila y en paz. Gracias a Dios no sufrió en sus últimos días, no tuvo ningún dolor. Fue una muerte dulce, sin sufrimiento.“. A la espera de conocer la apertura pública del testamento, parece que ella, junto a otros amigos cercanos y sus primas, serán los encargados de cuidar el legado de la actriz.
