Las tarifas del servicio de gas natural aumentarán entre un 150% y un 300% a partir de este miércoles en todo el territorio nacional, aunque el efecto de este incremento se dejará sentir a partir del próximo mes de mayo, momento en el que se emitirán las facturas correspondientes al consumo de este mes.
El Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) elaboró una resolución con los nuevos cuadros tarifarios, que será publicada en el Diario Oficial. Este incremento afectará a todos los usuarios, tanto residenciales, comerciales como industriales.
De acuerdo con información proporcionada por la Secretaría de Energía, se estima que para los hogares de altos ingresos el valor promedio de la factura aumentará de $2,961 a $9,271; para hogares de bajos ingresos, de $838 a $2,462; y para aquellos con ingresos medios, de $1,975 a $6,375.
En promedio, un usuario que actualmente paga $4.000 podría enfrentarse a una factura de $15.500 el próximo mes por el mismo consumo de metros cúbicos.
Es importante resaltar que este incremento está relacionado específicamente con uno de los componentes del precio final que llega a los consumidores, es decir, el costo de producción del gas. Además, se espera que Enargas publique próximamente los aumentos correspondientes a los componentes de transporte y distribución, que representan aproximadamente el 35% del costo total de las facturas.
Estos ajustes tarifarios se aplican a las empresas encargadas del transporte y distribución de gas desde los centros de producción hasta los hogares, siendo uniformes para todos los usuarios sin segmentación en estos componentes de las facturas.
De materializarse estos aumentos, las tarifas en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) podrían aumentar en promedio $8.000 en un solo mes, sin considerar la reducción de subsidios que establece el Ministerio de Energía.
Si bien las solicitudes de ajuste realizadas por las empresas no son vinculantes, se espera algún tipo de aumento debido a las pérdidas reportadas por la mayoría de las empresas el año pasado, producto del congelamiento de sus ingresos en un contexto de alta inflación.
Se espera que el organismo regulador apruebe un incremento del 350%, lo que supondría un incremento adicional en la tasa final de al menos un 70% respecto al coste de producción.
