Según señalan los especialistas de Live Science, la idea del antiuniverso se basa en el hecho de que el Universo primitivo era pequeño, caliente y denso, y tan uniforme que el tiempo parece simétrico hacia adelante y hacia atrás.
Esto combina bien con la simetría que presenta la naturaleza en otras zonas. En este sentido, existen tres fundamentales: carga, paridad y tiempo.
Según los expertos, las interacciones físicas obedecen a la mayoría de estas simetrías la mayor parte del tiempo, aunque, eso sí, hay excepciones.
La teoría del antiuniverso ha sido tratada con seriedad. Un ejemplo es el nuevo artículo, recientemente aceptado para publicación en la revista Annals of Physics, que ahondaba en la posibilidad de que las tres simetrías mencionadas sean aplicables a todo el Universo.
Los autores de la investigación creen que si extendemos esta cualidad de carga, paridad y tiempo a todo el cosmos, hasta ahora no hemos logrado una visión completa del mismo.
Es demasiado pronto, incluso con estos esfuerzos, para determinar que el antiuniverso existe. Sin embargo, verlo así también es casi imposible. Así lo respaldan las predicciones de los científicos, que creen que, si existiera, este gemelo nunca estaría a nuestro alcance, porque se ubicaría “detrás” del Big Bang, antes de su comienzo.
Pese a todo, los científicos afirman que futuros experimentos en busca de ondas gravitacionales podrían responder, de una vez por todas, a la pregunta de si existe el, por ahora, hipotético antiuniverso.
“Si es cierta, la nueva teoría significa que la materia oscura no es tan misteriosa; Es solo una nueva versión de una partícula fantasmal llamada neutrino que solo puede existir en este tipo de universo. Y la teoría implica que no habría necesidad de un período de “inflación” que expandiría rápidamente el tamaño del joven cosmos poco después del Big Bang”, se lee en Live Science.
