La RAM soldada tiene grandes ventajas. Pero sigue complicando las ampliaciones y el derecho a reparar

La tecnología está cada vez más reñida con el derecho a reparar. Los fabricantes se lo ponen muy difícil a los usuarios, y aunque a veces sus razones para hacerlo son discutibles, hay al menos un área en la que los argumentos son poderosos. En concreto, el de las memorias RAM de portátiles.

RAM soldada, cada vez más popular. En los últimos años hemos visto como cada vez más fabricantes apuestan por las memorias RAM soldadas a la placa base. La opción, que en un principio pareció popularizarse entre los portátiles dedicados a la productividad, ha ido ganando fuerza entre los portátiles gaming y ahora es muy normal ver un portátil con este tipo de opción de memoria.

críticos. Las críticas fueron frecuentes desde el principio por una razón obvia: tener la RAM soldada impide que los usuarios puedan ampliarla posteriormente, y reparar el componente en caso de problemas también es casi imposible. Sin embargo, como señalan en DigitalTrends, existen varios argumentos que explican esta decisión entre los fabricantes.

Argumento 1: espacio. Este tipo de módulos permiten algo crucial para muchos fabricantes: ahorran espacio, permitiendo que nuestros portátiles sean más delgados. No sólo eso, sino que también contribuyen a una mejor refrigeración del interior de estos dispositivos y a poder incluir baterías de mayor capacidad.

Argumento 2: más rápido. Los fabricantes llevan tiempo aprovechando los módulos LPDDR (Low-Power DDR), que son más eficientes y ayudan a ampliar la autonomía de nuestros equipos. El problema es que estas memorias siempre están soldadas, pero no sólo son más eficientes, sino que sobre todo son más rápidas. Los módulos LPDDR5/X pueden alcanzar los 7467 MHz, mientras que los módulos DDR5 alcanzan un máximo de 5600 para los chips Meteor Lake. Es cierto que el impacto final para los usuarios no es extremo, pero junto a la eficiencia sigue siendo un motivo de peso para que los fabricantes lo elijan.

no es por el precio. Directivos de HP y Dell comentaban en aquel artículo cómo prácticamente no existen diferencias en el coste de los componentes ni en el proceso de fabricación. Soldando los componentes se puede ahorrar mano de obra porque este trabajo lo pueden realizar robots en la fase de montaje, pero ambos comentaron que la diferencia final de coste no es apreciable y esto no es un factor a la hora de decidir si optar por memorias soldadas o tradicionales. Módulos SO-DIMM para estos dispositivos.

Pero las desventajas están ahí.. Lo que está claro es que en equipos con RAM soldada la reparabilidad se ve perjudicada: si el componente acaba dañado por cualquier motivo, la reparación es muy complicada, por no decir imposible, y tener el equipo todavía en garantía es el salvavidas. . El otro gran argumento en contra es la falta de opciones para ampliar esa RAM en el futuro. Si compramos ahora un dispositivo con 8 GB porque era más barato y queremos ampliarlo a 16 GB en el futuro no podremos hacerlo, por ejemplo.

Hay que decidir bien a la hora de comprar, cuidado con el coste.. También suele ocurrir que, aunque los fabricantes argumentan que el precio no es un factor determinante, la diferencia entre las configuraciones de 16 y 32 GB puede oscilar fácilmente entre los 100 y los 300 dólares. La imposibilidad de ampliar posteriormente esta memoria hace necesario tomar una decisión sobre la configuración de la memoria a la hora de adquirir el equipo, algo que resulta complicado ya que no sabremos cuáles serán nuestras necesidades futuras.

Apple ha ido aún más lejos. La introducción de los chips Apple M1 hizo que Apple tomara una decisión aún más radical en este sentido. La memoria acabó siendo parte del morir en el SoC junto con el resto de componentes como la CPU, GPU o NPU. La decisión favorece las transferencias entre todos los elementos del sistema, pero maximiza esos argumentos en contra: reparabilidad (prácticamente) nula, y coste enormemente elevado si queremos dar el salto a configuraciones con más memoria.

Futuros compradores, una pequeña nota. Si estás pensando en adquirir un nuevo portátil, no estaría de más tener en cuenta que se avecina una previsible avalancha de opciones de inteligencia artificial tanto para ordenadores Windows como (probablemente) macOS. En estas tareas la NPU es fundamental, pero ojo, porque cuanto más rápida sea la memoria, mejor. Y ciertamente, cuanta más memoria mejor, si bien es cierto que para la mayoría de escenarios hoy en día 16 GB es una cantidad muy recomendable.

Módulos CAMM2 al rescate. En abril de 2022 Dell lanzó sus módulos DDR5 con un nuevo formato llamado CAMM que mezclaba lo mejor de las memorias soldadas (más rápidas y eficientes) y los módulos SO-DIMM tradicionales (reparabilidad, ampliaciones). La idea acabó dando como resultado un estándar universal CAMM2 aún mejor que supone una pequeña revolución en el sector –será posible tener memorias LPDDR5X sin soldarlas– si acaban siendo adoptados por los fabricantes. Samsung ya tiene planes de hacerlo y se espera que otros fabricantes sigan su estela.

Imagen | Artin Bakhan

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