El shooter más original de 2024 te reta a matar cultistas con una sola bala mientras la mueves con la mente. Análisis de Hijos del Sol – Hijos del Sol

El shooter más original de 2024 te reta a matar cultistas con una sola bala mientras la mueves con la mente. Análisis de Hijos del Sol – Hijos del Sol
El shooter más original de 2024 te reta a matar cultistas con una sola bala mientras la mueves con la mente. Análisis de Hijos del Sol – Hijos del Sol

La última locura de Devolver Digital la firma René Rother, único desarrollador de un shooter impecable y original

En 2008 llegó a los cines una película con un tremendo trío de actores de la talla de James McAvoy, Angelina Jolie y Morgan Freeman, y pese a haber flaqueado en cuanto a valoraciones de crítica y público, fue una gran éxito. Se buscaba un extravagancia frenética, gracioso y del que todavía espero continuación a día de hoy, pero que impactó en el imaginario colectivo por romper las leyes de la física con sus efectivas balas. Un pase imaginativo, obviamente heredado de la mente de Marcos Miller– y fantástico que en el videojuego pudiera brillar, y nunca lo hizo. Bajo esa idea de romper las leyes de la física, de dejarse llevar por lo desconocido en un mundo que rivaliza con la realidad y donde el placer de matar es el objetivo final al disparar una bala, nació Hijos del Sol; una locura, básica en cuanto a jugabilidad y narrativa, pero que vive y muere por una sola idea: ¿qué pasaría si como asesino? solo tuviste una bala ¿Por cargador y varios enemigos para matar?

He estado jugando al nuevo Devolver Digital la semana pasada para decirte que puedes hacer un videojuego, incluso una película, con una sola idea, y estirarla o deformarla hasta cubrir todo el proyecto sin siquiera mostrar signos de fatiga; Sólo necesitas tener buen pulso y una mente tranquila para lograrlo. El nuevo y primer juego de René Rother apuesta todo a una idea, jugando como un asesino con una bala por misión, y le da forma al gusto durante los apenas 4 horas eso dura el juego; y lo mejor de todo es que lo hace sin dejar de ser atractivo –imaginativo, arriesgado… son adjetivos que encajan perfectamente en la frase– y rejugable en cualquier momento.

La violencia catártica y el placer de matar

Hijos del Sol es una aventura diferente. Si conoces a Devolver Digital, el editor detrás de juegos como Cult of the Lamb o Hotline Miami, sabrás que los estadounidenses no apoyan los juegos convencionales en términos de ideas manidas y típicas que bien podrían tener su sello o el de cualquier otro estudio. Hablamos sobre Ideas originalesuno de los de autores, y René Rother encaja perfectamente aquí.

El debut del berlinés, único desarrollador de este juego, es más de forma que de fondo. No quiere contar algo tremendo, eso deja perlas narrativas esperando a que el jugador las junte e incluso llegue a sus propias teorías. Aun así, lo que nos cuenta, una historia de venganza y de secta ¿Qué se ha hecho con él? control del inframundo americano con un líder religioso a medio camino entre satanista y narcotraficante; Tiene el suficiente interés como para que en las pequeñas secuencias cinematográficas mantengamos la atención en todo momento para poder atar cabos.

Children of the Sun no tiene capas ni es complejo, pero desprende un aura de curiosidad morbosa.

La historia de la asesina, una antigua seguidora de esta secta que vio cómo su líder abusaba de ella y la expulsaba sin medias tintas, no es de empatía, ni de sentirse identificada ni siquiera de querer llegar al final y batirse en duelo con los malos. chico. Muy mal para darle el final a una historia. Es él placer de matar. Somos unos asesinos, alguien que “se pone cachondo”, como incluso dice el protagonista, al apretar el gatillo, y nos encanta hacerlo. Hijos del Sol no tiene muchas capas y no es complejoy sin embargo le da un aura de morbo a todo sin dar un motivo mísero, que hace las delicias de todos los que queremos apretar el gatillo y disfrutar de la sangría sin remordimientos.

Un rompecabezas mortal

Por supuesto, y como he comentado, lo mejor y más destacable de Children of the Sun es su apartado puramente mecánico. Si no es un juego de fondo, es un juego de forma. Un día, a René Rother se le debió ocurrir “¿y si Hitman tuviera una bala y 12 personas a las que matar?”, e hizo un juego basado en esa idea. No te miento, no es solo una quimera del juego para llamar tu atención, en todas sus misiones tienes una sola bala, una oportunidad de aniquilar enemigos con a cientos de metros de distanciaa diferentes altitudes y con diferentes equipos; Sólo tienes que usar tu imaginación y algo de prueba y error.

Y, en esencia, Children of the Sun es una rompecabezas, un puzle por misiones que Rother se permite moldear al gusto para no dejar de sorprender al jugador. Cada capítulo, que nos llevará a lugares semi-soñados y donde iremos derribando uno a uno a los miembros de la secta, se puede completar de diferentes formas, a cada cual más interesante.

Tenemos el clásico sistema de “apuntar y marcar enemigos”, que aquí apenas sirve para llevar la cuenta de enemigos más que para que sea fácil acabar con ellos; y sólo una bala para disparar. Una vez que apretamos el gatillo no hay vuelta atráspero aquí es donde Rother se convierte creativoy al girar con Wanted de Mark Millar, el las balas no se rigen por físico y cada vez que golpeemos a un enemigo podremos moverlo a nuestro antojo para encadenar asesinatos; En caso de que fracasemos, tendremos que empezar de cero.

Casi como esas mecánicas que apenas encajan en juegos como Assassin’s Creed, donde encadenamos asesinatos por arte de magia, aquí tenemos que hacer lo mismo con una bala que no pierde fuelle y busca acabar con todos los enemigos. Lo mejor de todo es que Rother no se permite ni un segundo para dejar de innovar. Si bien en sus diez primeras misiones el sistema es básico, con un mapeo amplio que nos facilita encadenar las balas y que parece dejar poco terreno, como otra aventura cuya idea original parece morir pronto, deja renovando y actualizando constantemente.

Rother hace magia y hace malabares con lo que propone. Incluso sin miedo a romper el ritmo del juego o acelerarlo sin previo aviso

El siguiente grupo de misiones nos permite hacer rebotar balas en superficies concretas para continuar encadenando muertes; o nos da la posibilidad de golpear las partes débiles de los enemigos para ganar un bono de muerte y para que cada dos gotas podamos mueve la bala en un entorno 3D sin limitaciones; incluso detener el tiempo o acelerar la bala para romper armadura y estructuras. Rother hace magia y hace malabares con lo que propone. Incluso no teme romper el ritmo con una serie de objetivos donde se intercalan mecánicas para dar paso, poco después, a misiones más sencillas que sirven de tutorial a una nueva mecánica de asesinato.

Y todo, en realidad, se amolda al gusto del jugador ávido de nuevos retos y de superar acertijos pensados ​​para entretener. No hay una sola misión aburrida o en la que digas “He visto esto antes”. Aunque repite ciertas secuencias mecánicas entre misiones, su diseño de escenarios y el hecho de que cada misión se pueda completar en apenas un minuto, lo hace nunca te sientas cansado. Es una idea única que impregna un juego que dura más de cuatro horas y lo hace sin decaer.

Eso sí, hay momentos en los que los malabarismos de Rother parecen cansados, y en lugar de pisar el freno, Children of the Sun pone sobre la mesa enormes escenarios, algunos diseñados para matar sin siquiera planificarlo, obligándonos a actuar en el acto; otros con enemigos en movimiento; y lo mejor de todo con movimiento ultra limitado. Y no hablamos de un Hitman per se donde podemos buscar posiciones y movernos a nuestro antojo por su mundo, estamos limitados a un espacio infinitesimal en un mapa mucho más grande y debemos aprovechar cada grieta que nos deja ver. para encadenar los golpes. Todo esto junto con pequeños minijuegos puramente narrativa y anecdótica, pero con cierto regusto a “libertinaje narrativo” típico de las obras de estos autores donde tenemos escenas sexuales, o algún Pacman donde los fantasmas se transforman en sectarios.

Hijos del Sol no es sólo estética, es desafío y diversión, pero sobre todo rejugabilidad. Por si se te ha pasado por la cabeza que vivir y morir con una sola idea puede llevar a que el juego tenga cierta falta de ganas de empezar una nueva partida o de repetir hasta el infinito un mapa que nos ha dejado descolocados, dulce sabor de boca, Déjame decirte que no. Cada rompecabezas Se puede completar de otra forma y eso hace que el juego del dúo René Rother y Devolver Digital sea uno que, al estilo SIFU, entra en ese selecto grupo de juegos que nos desafían más allá de lo que podemos imaginar. Todo un logro para una ópera prima.

El problema aquí, casi como todos los trabajos patrocinados por Devolver Digital, es si es un juego para ti. No soy muy hábil con los rompecabezas y aunque me gusta devanarme los sesos en determinadas ocasiones, suelen agobiarme más que animarme a desconectar después de un largo día de trabajo. Con Children of the Sun apenas he podido apartar la vista de la pantalla gracias a su mezcla de originalidad y violenta casualidad. No es para todos, pero creo que sólo por su idea básica y cómo la plasma, pensando siempre en nosotros, merece la pena.

Comprar Hijos del Sol

  • Es una experiencia corta, pero muy rejugable.

  • El diseño de su mapa es variado aunque no se base en ubicaciones muy imaginativas.

  • Los acertijos se pueden superar de varias maneras, solo deja volar tu imaginación.

  • El juego toca temas peligrosos como el sexo, la muerte, el acoso o la violencia física, pero lo hace por el bien de su narrativa.

  • Visualmente es atractivo, aunque en ocasiones hay ciertas luces y sombras en su apartado estético.

Ver ficha Hijos del Sol

Jugadores: 1

Idioma: Texto en español

Duración: 4-6 horas

 
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