El redescubrimiento del arte textil – .

Josep Grau-Garriga es uno de los grandes artistas de esta disciplina.

Galería Sabrina Amrani en Madrid presenta Base de contextoextensa exposición de Josep Grau Garriga (1928-2011). Hasta hace no demasiados años, el arte textil era una de las prácticas más marginadas por las instituciones y la historia del arte.emporáneo ha recuperado el interés del mercado, la crítica y las colecciones de prestigio. quien visito ARCO Madrid 2024 pudo comprobarlo. Los textiles ocuparon esa posición alternativa a la pintura y la escultura que durante décadas se atribuyó a la fotografía, hoy algo ausente en las grandes ferias de arte.

Tres nombres de artistas pueden considerarse hoy figuras de culto en la disciplina: el pionero Aurelia Muñoz (1926-2011), con obra en el Museo de Arte Moderno de Manhattan; Teresa Lanceta (1951), y Josep Grau Garriga, estricto contemporáneo de Aurèlia. Inspirándose en el famoso manifiesto, los tres Sobre tejidopublicado por Anni Albers (1899-1994) en 1965 y precedente de la exposición Wall hangings en el citado museo neoyorquino en 1969.

Obra de Grau-Garriga que se puede ver en Galería Sabrina Amrani.

Aurèlia es ya una creadora consolidada; Lanceta ha expuesto con éxito en Barcelona, ​​Valencia, Valladolid en los últimos años y en el bonito museo de Ceret, La memoria tejida en 2024; y Grau-Garriga es el más experimental e internacional de los tres. Si el tapiz de Lanceta tiene una clara influencia de los textiles étnicos y bereberes y el de Muñoz del arte rural y primitivo con la adición de elementos cinéticos, en el caso de Grau-Garriga Diversidad de lenguajes plásticos. Como ocurre con la cerámica. Pablo Picasso, Joan Miró o Miquel Barcelóla recuperación del trabajo manual o artesanal del artista sobre materiales naturales recupera un valor singular y exclusivo en medio de la ola de digitalización. El textil asociado a la pintura como técnica instrumental a su servicio siempre ha gozado de prestigio en el arte informal.. Baste recordar el trabajo de Millares, de Tàpies o de Manuel Rivera, vinculado al tejido mecánico, envuelto en un proceso de depuración de las formas de expresión artística hasta sus límites.

La novedad de los creadores que aquí comentamos consiste en dando al tapiz autonomía como objeto de arte en sí mismo superando la errónea identificación con lo doméstico, lo decorativo, lo funcional, lo asociado al bordado y, finalmente, con el mundo de lo femenino según viejos patrones. Las urdimbres textiles y metálicas volverán a la escena artística internacional a través de nombres actuales como Chiaru Shiota (1972) o Tomás Saraceno (1973).

Grau-Garriga fue un artista clave en la renovación del tapiz y del arte textil contemporáneo, tanto a nivel nacional como internacional. Antes de 1960 ya colaboraba con la fabricación Aymáde alfombras y tapices y creó la Escola Catalana del Tapís, que le permitió trabajar con artistas como Joan Miró, Josep María Subirachs y Antoni Tàpies.

En París conoció Jean Lurcat (1892-1966), maestro renovador del tapiz a partir de una relectura del tapiz gótico, por la que quedó fascinado. Posteriormente, impresionado por el informalismo material y gestual de Jean Dubuffet, comienza a cuestionar su práctica y reorienta su investigación hacia el peso del material como elemento clave para lograr la autonomía del textil como obra de arte. A partir de ese momento, introduce en sus tapices nuevos materiales de carácter más cercano y menos noble, como yute, cuerda, cáñamo o hilo metálico, incluso fragmentos de telas y ropa usada. También comenzó a combinar hilos de diferentes espesores y a utilizar la técnica del nudo de alfombra, de modo que el material comenzó a expresarse en sus obras.

Obra de Josep Grau-Garriga.

A partir de 1962, fecha inaugural de la Bienal Internacional de Lausana, las creaciones radicales de artistas de Europa del Este y Estados Unidos Intentan redefinir el lenguaje codificado de la tapicería. Estas obras, a menudo monumentales, se liberan del muro para invadir el espacio. la terminología Tapicería nuevaque adscribe estas piezas al ámbito artesanal, es progresivamente sustituido por el de Arte de la fibra o arte textil. La desjerarquización de los medios artísticos y la disolución de las barreras entre pintura, escultura y el resto de técnicas plásticas ya no se detendrá.

La búsqueda de la liberación textil y los juegos volumétricos de los materiales utilizados conducen al artista hacia una experimentación progresiva de la relación del tejido con el espacio, lo que lleva a un abandono gradual de la rigidez y la bidimensionalidad características de los tapices y, en consecuencia, el uso del telar y del cartón preparatorio para su confección. Poco después, la aparición de sus originales ambientes efímero en espacios interiores de edificios monumentales y también en espacios públicos de todo el mundo. Estos ambientes se basaron en composiciones textiles que se expandían por el espacio y desafiaban al espectador, quien se hacía partícipe de la obra al habitarla y rodearla. En algunos casos este carácter participativo fue aún más concreto, ya que se basó en un proceso de creación colectiva y colaborativa que se materializó en la realización de Talleres de trabajo Sesiones previas con colectivos diversos, en las que Grau-Garriga reivindicó el carácter pedagógico y comunitario del arte. El arte textil se expande al espacio público, dejando atrás la pared del tapiz. Más de veinte años antes del arte contemporáneo convencional Lo descubriría.

En los años 80, convertidos en auténticas esculturas textiles, los tapices de Grau-Garriga llamaron la atención de curadores estadounidenses y durante muchos años, emprenderían Numerosos proyectos en Estados Unidos, Canadá y América Latina.. Hasta hace poco era un artista más conocido en Francia y América que en España. Ahora y después de la apertura del Centro Grau-Garriga en San Cugat del Vallés en 2019 y las exposiciones dedicadas al autor es el momento de su recuperación definitiva.

 
For Latest Updates Follow us on Google News
 

PREV “Uno más que corre” – .
NEXT La película ganadora del BAFICI 2024 se estrena en Buenos Aires