Este lunes el Ministerio de Salud presentó la campaña “soy sexo seguro”, una iniciativa que busca prevenir las infecciones de transmisión sexual (ITS) entre jóvenes menores de 25 años. Este grupo poblacional viene teniendo desde hace veinte años un incremento de estas enfermedades tanto en España como a nivel mundial.
La nueva campaña, que se extenderá desde este lunes hasta el próximo 23 de junio, busca “cambiar el enfoque” hacia las poblaciones vulnerables, según explica el director general de Salud Pública y Equidad Sanitaria, Pedro Gullón. Los mensajes, difundidos en castellano y lenguas cooficiales, están dirigidos principalmente a los jóvenes y se centran en el respeto, la información y relaciones protegidas y libres de estigmas contra las ITS.
En total se han asignado 148.545€ a esta iniciativa, que será difundida en redes sociales, plataformas de vídeo y medios convencionales. La medida se enmarca en el plan estratégico de prevención y control del VIH y las ITS en España 2021-2030.
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Contra las Infecciones de Transmisión Sexual:
Habla, infórmate, protégete.
Utiliza métodos de prevención, hazte pruebas diagnósticas y conoce los síntomas.
Sin estigmas, cuida tu salud y la de los demás.#YoSoyDelSexoSeguro pic.twitter.com/uViBvlkcb9
— Ministerio de Salud (@sanidadgob) https://twitter.com/sanidadgob/status/1800107311371063794?ref_src=twsrc%5Etfw
Los datos del Centro Nacional de Epidemiología de 2022 muestran que la 10,6% de ITS Corresponde a los menores de 25 años. En este grupo poblacional son hombres los de mayor incidencia (88,25 de contagios) y los extranjero (54,3%). La transmisión sexual es la principal vía de transmisión de estas afecciones, especialmente entre hombres que mantienen relaciones con otros hombres (71% de los casos).
Por otro lado, el 37% de estos jóvenes tenía una retraso en el diagnósticolo que indica la necesidad de reforzar la prevención y la detección temprana en este grupo de edad.
Es el clamidia la ITS con más casos: de las 26.518 registradas hoy, el 37,6% corresponde a jóvenes. También es la única condición en la que las mujeres (67,2% de los casos en jóvenes) tienen una mayor incidencia, especialmente en el rango de 20 a 24 años, donde la incidencia es el doble que la de los hombres. En el rango de 15 a 19 años, la tasa de incidencia masculina se triplica. El gonorrea Ocuparía el segundo lugar en la clasificación, con un total de 23.222 casos registrados, de los cuales el 23,8% corresponde a adolescentes y adultos jóvenes. Es en el grupo de población de 20 a 24 años donde se encuentran las mayores tasas de incidencia, el doble en hombres que en mujeres.
Con respecto a VIHEn 2022 se diagnosticaron 2.956 casos, de los cuales el 10,6% correspondió a personas menores de 25 años (315 nuevos diagnósticos). “El número de españoles diagnosticados con infección por VIH ha ido disminuyendo con el tiempo”, afirma Victoria Hernando, investigadora del Centro Nacional de Epidemiología, aunque los contagios entre la población migrante se mantienen constantes.
Desde la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica, la investigadora de ITS Mar Vera explicó que los jóvenes tienen “algunas peculiaridades biológicas y de comportamiento que los predisponen a infecciones de transmisión sexual”. La inmadurez de su sistema inmunológico, así como el inicio “cada vez más temprano” de las relaciones sexuales, mezclado con hábitos tóxicos como el consumo de alcohol y drogas, son algunos de los factores que explican esta facilidad de contagio.
El presidente de Consejo de la Juventud de España, Andrea Gonzálezha señalado la “falta de educación sexual, la influencia de los estigmas sociales y la limitada accesibilidad a los recursos” como factores que complican la “capacidad de tomar decisiones informadas y saludables” de este grupo de población.
“Encontramos datos como que sólo el 40,5% de los jóvenes se sienten inseguros de contraer ITS o que El 57,1% de los jóvenes ha realizado prácticas desprotegidas”, afirmó González, “datos globales que subrayan la necesidad de mejorar la educación sexual y los servicios disponibles para los jóvenes”.
En ese sentido, recordó que si bien el primer consumo de pornografía aparece entre 9 y 12 años, la primera “charla sexual” no llega hasta los 14 o 15 años. Esta educación es limitada y se centra en “lo que pasa entre hombres y mujeres”, dejando de lado cualquier otra práctica sexual-afectiva. Este tema, critica González, “siempre se aborda desde un componente biológico, nunca desde un componente social, interpersonal, de consentimiento, de placer…”.
La joven ha abogado por romper tabúes, mejorar la burocratización en la atención del Sistema Nacional de Salud en materia de ITS y en general “cambiar la perspectiva sobre la realidad que viven los jóvenes”.
