La destacada actriz y dramaturga cubana Carmen Fragoso falleció este viernes en La Habana, donde pasó sus últimos años aquejada de severa anemia y diabetes, además de una difícil situación económica, tras su retiro del Instituto Superior de Arte (ISA).
La artista fue docente de varias generaciones de estudiantes de la Facultad de Artes Teatrales de la Universidad de las Artes y tuvo que retirarse del ISA luego de perder la visión a consecuencia de la diabetes.
Egresada de la Escuela Nacional de Teatro y de la Universidad de las Artes, formó parte del grupo Teatro Escambray, donde participó en obras como Paraíso recuperado, Escaparate, la emboscada y La pareja. También con ese grupo visitó importantes sedes internacionales, recordó el Ministerio de Cultura cubano en una publicación en Facebook.
En su dilatada trayectoria, Fragoso integró los elencos del Grupo Extramuro, el Conjunto Teatral Anaquillé, Gaia Teatro, y paralelamente se convirtió en docente de Técnica Vocal. Formó parte de la Cátedra Cubana de Teatro dirigida por Nelson Dorr.
Como docente o actriz estuvo vinculada a importantes procesos del panorama nacional.
En 1988 obtuvo el Premio a la Mejor Interpretación Femenina en el Festival Nacional de Teatro de Camagüey. Trabajó en la obra Santa Camila de Habana Vieja, de José Ramón Brene, dirigida por Armando Suárez del Villar; tomó el monólogo caja de Pandora con el Grupo Cimarrón que dirige Alberto Curbelo; trabajó como coach teatral de películas y producciones cubanas; y fue profesora de Voz y Dicción en cursos de diversas instituciones.
En 2017, ya con problemas de visión, participó en el estreno del espectáculo. Nadie entierra a ese muerto.junto al actor Denis Colina, y dirigida por el Premio Nacional de Teatro, Carlos Pérez Peña.
En febrero de 20223 el grupo Teatro Perséfone Lanzó un pedido de ayuda para Fragoso, alegando que llevaba años en una situación compleja, que recientemente se había agravado.
“Carmen está ciega desde hace años a consecuencia de la diabetes, enfermedad que le ha traído muchas complicaciones como la amputación de un dedo y estar atada a insulina de por vida”, explica la publicación del grupo.
Agrega además que la pedagoga, luego de tener que retirarse de sus clases en el ISA por perder la visión, no dejó de asesorar desde su casa a cualquiera que acudiera a visitarla; y señaló que el Ministerio de Cultura cubano no tiene una estructura para atender a los artistas veteranos, que “están condenados al desamparo y al hambre si no tienen una familia que los cuide”.
