Alcanzar la felicidad es uno de los objetivos que perseguimos a lo largo de la vida, y cada vez es más difícil de conseguir. No sólo por el estrés y la ansiedad a los que estamos sometidos a diario, sino
ha sido completamente distorsionado la definición de este concepto.
Ser feliz no significa estar bien todo el tiempo, sonreír y saltar de alegría constantemente, al contrario, muchas veces
Estamos siendo felices y no nos damos cuenta.. Preferimos centrarnos en esos momentos negativos, a los que prestamos más atención de la que merecen.
Obsesionarse con la felicidad es una de las peores cosas que puedes hacer, incluso
tendrá el efecto contrario a lo que buscas. Sentimientos de soledad y fracaso personal, al fijarse metas que muchas veces están alejadas de la realidad.
Pero, si bien es cierto que no podemos estar buscándolo constantemente, podemos incluir en nuestra vida herramientas que
ayúdanos a conseguirlo. Por ejemplo, la regla 3-30-300, que no sólo nos beneficia en este sentido, sino que también puede beneficiar la salud mental.
¿Qué es la regla 3-30-300?
Esta norma se refiere a
La proporción de naturaleza que todos necesitamos. en beneficio de nuestra salud mental. Es algo que probablemente no te esperabas, pero lo cierto es que está más que demostrado que vivir rodeado de árboles puede aumentar nuestro bienestar.
Prueba de ello son los países nórdicos, considerados
el mas feliz del mundo, y es en parte gracias a esto. Esta normativa establece que cada ciudadano debe ver al menos tres árboles desde su domicilio, tener un 30% de cobertura vegetal en su barrio y no vivir a más de 300 metros del parque o espacio verde más cercano.
Este método sólo tiene un año de vida, establecido por la
El forestal holandés Cecil Konijnendijk, profesor de ecologización urbana. El objetivo de ello es que todo el mundo tenga acceso a espacios verdes, que nos permitan liberarnos del bullicio de la ciudad, encontrando un remanso de paz en el que no pensar en nada más.
La naturaleza nos permite ser más felices
Como os hemos dicho, este es un hecho comprobado. espacios verdes
Tienen muchos beneficios para la salud., tanto física como psicológicamente. Esto se traduce en una mejora de las relaciones sociales, una disminución de la ansiedad y el estrés y un aumento del bienestar personal.
Que la naturaleza se encuentre en las ciudades es fundamental, porque no obliga a tener que desplazarse kilómetros hasta un bosque que, aunque puedes hacerlo, muchas veces
no lo hacemos por pereza o falta de tiempo. De esta forma, con solo salir a la calle ya estás en contacto con él, pudiendo disfrutar a diario de sus ventajas.