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“Este caso está resuelto, sEs venganza por una lesión física que, a su vez, le provocó malestar mental.”. Con esta frase, John Ferney Cano González, el hombre que mató al urólogo Juan Guillermo Aristizábal Vásquez y luego acabó con su vida, cerró el texto de 362 páginas en el que cuenta su historia de vida, su frustración por un procedimiento médico realizado por el médico y sus reiterados deseos de acabar violentamente con la vida de este especialista.
Las “Memorias de un loco sensible” es un texto escrito en una computadora que Cano González, de 34 años, escribió durante varios años, en el que Comenzó contando sus experiencias de vida, que transcurrieron entre Itagüí y Urabá Antioquia., y en el que habló, abiertamente, de los problemas de violencia doméstica que vivió durante su adolescencia, y los conflictos que vivió tanto en su entorno educativo como social. Era el menor de siete hermanos de una familia de clase media baja del barrio Propiedades del Sur de Itagüí.
Pero la escritura Comienza con una especie de “cartel” para urólogosdonde utiliza fotos, nombres y expone la historia clínica de los urólogos que lo revisaron, antes y después de que el médico Aristizábal Vásquez le realizara una circuncisión el 21 de octubre de 2021, fecha que Cano González marcó en su calendario como el “comienzo de su tragedia”. .”
“¡Todos, sin excepción!, No son por el trabajo, sino por el dinero.. No tomé en cuenta ese detalle y ahora pago las consecuencias”, dice en una de las páginas, luego de adjuntar el “cartel” de los médicos, clasificándolos en buenos, regulares y malos. Hubo un apartado especial para el médico que terminó ultimándolo la mañana del 18 de abril en el consultorio 908 del edificio de la Clínica Medellín.
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Conforme avanzaban las páginas, contó que durante toda su vida se dedicó a trabajar, con un par de intentos de carrera profesional que no terminaron. En las últimas 150 páginas comenzó a adjuntar historias médicas, fórmulas y hasta detalles de cada uno de los problemas. lo que lo llevó, inicialmente, a consultar a un urólogo que se jubiló en 2020 y de cuyo proceso médico se hizo cargo el doctor Aristizábal.
“Para agosto de 2020 conocería a quien considero mi mayor enemigo, una persona infame a quien lamento amargamente haber conocido, un tipo que traería desgracias a mi vida y se llamaba Juan Guillermo Aristizábal Vásquez. ¿Cómo pude haber caído en sus repugnantes garras? Maldito hijo de puta. Mentiroso y traidor. ¿Cómo podría haber confiado en semejante basura? ”, Dice en la página 204 de este escrito.
Aseguró que las consultas a Aristizábal se pagaron de forma privada, para evitar los retrasos de la EPS, Por ello, pagó 200.000 pesos por la revisión inicial. También cuenta detalles de la anomalía que estaba experimentando y que el médico indicó que era necesario realizarle una circuncisión para solucionarla. Incluso calificó este procedimiento como “mutilación”.
En medio de sus investigaciones, contextualiza cómo se realizan los procedimientos de circuncisión y trata de argumentar que no sería necesario el trabajo realizado por el urólogo que lo operó por el problema por el que consultó, situación que apoyó con los conceptos aportados por los médicos, de todo tipo, que consultó para tratar de encontrar una solución a su problema.
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En uno de los fragmentos iba dando pistas de lo que finalmente ocurrió. “Ese infame se ha topado con la persona equivocada, lo odia como nunca ha odiado a nadie. Es un sentimiento indescriptible, Con solo pensar en esa escoria, me imagino en mi mente derribándolo repetidamente. con una pistola hasta perforar todos sus repugnantes órganos, especialmente su pútrido corazón”.
Pero además de mostrar sus emociones contra el médico asesinado, también hizo referencia a unos abogados que, según él, lo habían estafado en su propósito de buscar alguna compensación desde el lado legal, luego de los inconvenientes generados por el procedimiento realizado por Aristizábal.
El último capítulo de este escrito, fechado el 29 de febrero, deja una carta a uno de sus hermanos, en la que asegura que “he meditado esta decisión desde hace bastante tiempo, y He llegado a la conclusión de que necesito hacer esto para sentirme bien conmigo mismo.”, al tiempo que pidió a su hermano que no denuncie la situación ante ninguna autoridad.
“Tienes derecho a guardar silencio y te pido que me lo guardes. Intenta sellar mi ataúd, para que los demás dejen de insinuar cosas que no son. no quisiera ser exhibidoy además no poner los típicos carteles con mi nombre, evita todo eso, te lo pido por favor”, expresó en lo que sería su último deseo, que se concretó 48 días después.
