Javier Solís Fue una de las voces de la música ranchera más emblemáticas de la historia de México, pero antes de alcanzar la fama trabajó en múltiples oficios y uno de ellos fue el de carnicero. Fue en uno de estos lugares donde la propietaria descubrió su talento e impulsó su carrera de una manera inesperada.
Por eso, aquí te contamos dónde se encuentra este lugar que fue fundamental para que el artista se convirtiera en un referente nacional.
Según el escritor José Felipe Coria, Javier Solís, antes de conquistar los escenarios con su inigualable voz, trabajó en una carnicería llamada La Providencia. Este negocio, regentado por David Lara Ríos, no fue sólo el lugar donde sirvió como un empleado dedicado, pero también donde se sembraron las semillas de su destino musical.
David Lara Ríos, el dueño de la carnicería, conocía a Gabriel Siria, el verdadero nombre del artista, bueno, incluso antes de convertirse en estrella. A pesar de ser trabajador y comprometido con su trabajo, Gabriel tenía debilidad por el encanto femenino, disfrutaba de la compañía de las chicas y no desaprovechaba la oportunidad de coquetear con ellas.
El encargado del lugar poco a poco se dio cuenta de que su joven aprendiz tenía talento para la música, por lo que decidió apoyarlo en su sueño y ponerlo en contacto con un destacado profesor de canto llamado Noé Quintero, quien había sido mentor de figuras como como Pedro Infante.
Reconocido por su destreza y habilidad especial, aceptó a Gabriel como su alumno y comenzó a pulir esa voz que pronto resonaría en los corazones de millones. Las lecciones de canto, costeadas por David, se llevaron a cabo en el estudio de Quintero.
Según José Felipe Coria, quien escribió el libro El Señor de las Sombras: la vida de Javier Solís, Volumen 1, la carnicería donde Javier Solís trabajado fue llamado Providencia y estaba ubicado en la calle Sombrerete de la colonia Hipódromo Condesa y muy cerca del metro Juanacatlán.
Actualmente el lugar ya no se encuentra, pues según las últimas imágenes de mapas de Google En el sitio solo hay casas, un salón de belleza y un negocio de pollos en la esquina.
