Cada vez hay resultados más convincentes sobre la importancia de la actividad física para reducir las posibilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Según un estudio publicado por el Journal of the American Society of Cardiology y replicado por el sitio Medical News Today; La encuesta realizada en el Hospital General de Massachusetts estableció que las personas que cumplían con los niveles recomendados de actividad física tenía un 23% menos de riesgo de cardiopatía.
El beneficio fue especialmente marcado entre aquellos que también padecían depresión.
Dolor en el pecho, una señal de alarma que no debe subestimarse Foto Shutterstock.
Con estas conclusiones, el artículo de Medical News Today explica que los expertos establecieron que las enfermedades cardíacas pueden desarrollarse a partir de conductas asociadas a la depresión o afecciones vinculadas a la ansiedad o el estrés. Teniendo en cuenta lo cual, el ejercicio físico puede influir favorablemente.
La conclusión del Dr. Ahmed Tawakol, uno de los investigadores y cardiólogo del Centro de Investigación de Imágenes Cardiovasculares del Hospital General de Massachusetts, fue convincente. Para él, “el ejercicio nos permitió duplicar la reducción del riesgo de enfermedad cardiovascular entre las personas con depresión.
La encuesta incluyó a casi 50.000 personas. Entre los cuales, 774 participantes realizaron pruebas de imágenes cerebrales para ayudar a medir la actividad cerebral relacionada con el estrés.
La rutina elegida para proteger el corazón Dependerá del estado físico y condiciones de cada persona.
Andar en bicicleta, una actividad aeróbica que beneficia al corazón Foto iStock.
Como pautas generales, el sitio MedlinePlus propone realizar actividades aeróbicas. Algunas posibilidades: caminar, nadar, trotar suavemente o andar en bicicleta.
La frecuencia recomendada es de tres a cuatro veces por semana, durante media hora. Siempre, con 5 minutos de estiramientos o un breve calentamiento para preparar los músculos y el corazón.
Vale recordar que estas indicaciones son orientativas y no sustituyen la consulta médica. Un especialista será el encargado de armar una rutina específica, según las necesidades personales.
