Crisis económica, fraude, corrupción, desesperanza…Enrique Santos Discépolo creer Intercambio en su totalidad Década infame. Así lo había bautizado el periodista José Luis Torres al período argentino que se extendió desde el 6 de septiembre de 1930, cuando se produjo el primer golpe de Estado cívico-militar contra el presidente radical Hipólito Yrigoyenhasta el 4 de junio de 1943, cuando otro gobierno de facto derrocó al conservador Ramón Castillo. Y la pluma del distinguido compositor supo describir esa época como nadie.
“Que el mundo era y será un desastre, ya lo sé, en el año 506 y también en el 2000. Que siempre ha habido jets, maquiavélicos y fraudes, alegres y amargados, valores y dublé… Pero que el siglo XX es un alarde de maldad insolente, ya no hay quien lo niegue. Vivimos revolcándonos en un merengue y en el mismo barro nos manoseamos todos“, comienza diciendo la letra del tango escrito por encargo en 1934, con letras de lunfardo criollo y modismos suburbanos.
La idea original era que la pieza se estrenara con el estreno de la película. El alma del bandoneón, que iba a llegar a los cines en febrero de 1935. Y, de hecho, para eso se había encargado. Sin embargo, el productor Luis César Amadoriamigo de Discepolíndecidió llevarla a Sofía Bozán para que la cantara en el Teatro Maipo en el marco de la revista Esmeralda 400. Entonces, a pesar de la ira de Ángel MentastiSocio fundador de Argentina Sono Film, quien hizo todo lo que estuvo a su alcance para impedirlo, el tango se escuchó por primera vez a fines de 1934 en la voz de El negro.
¿Si fue una traición? “Hoy resulta que es lo mismo tener razón que ser traidor, ignorante, sabio, estúpido, generoso, estafador. Todo es igual, nada mejor, ¡es lo mismo un burro que un gran maestro! No hay aplazamientos ni escaleras, los inmorales nos han igualado… Si uno vive en la impostura y otro roba a su ambición, no importa si es cura, colchonero, rey de bastos, descarado o polizón.“, decía no sin razón la letra, que luego se escuchó en el largometraje dirigido por Mario Soffici bajo la interpretación de Ernesto Fama y junto con la orquesta Francisco Lomuto.
Además de dar algunas máximas cuestionables, el tango mencionó una serie de personajes que bien podrían representar a la sociedad en general: “¡Pero qué falta de respeto, qué atentado a la razón! ¡Cualquiera es un señor, cualquiera es un ladrón! Mezcla con Stavisky van Don Bosco y Mignon, Don Chicho y Napoleón, Carnera y San Martín. Como en el escaparate irrespetuoso, la vida se ha mezclado. Y herido por una espada sin remache ves la Biblia llorando contra un calentador”.. ¿A quién se refería?
Serge Alexander Stavisky Había sido un famoso estafador, nacido en Ucrania y nacionalizado francés, que saltó a la fama tras defraudar al municipio de Bayona en más de 200 millones de francos y que murió posteriormente en 1934. Juan Melchor Bosco.por su parte, fue un hombre criado en la fe por su madre, en su Italia natal, quien creó la congregación salesiana a través de la cual se dedicó a la labor social hasta su muerte, en 1888, y que fue canonizada en 1934. La Mignon, por por su parte, es una expresión que hace referencia a una mujer que tiene una relación extramatrimonial, algo muy mal visto para la época.
Don Chicho, el que se mezcló con el emperador francés Napoleón BonaparteEn realidad fue Juan Galiffiun hombre nacido en Sicilia que en aquella época destacaba por sus supuestos vínculos con la mafia y era conocido como el “Al Capone argentino”, por lo que había sido deportado en 1933. Y Prima Carneraquien fue equiparado con el héroe José de San MartínFue un italiano de más de dos metros de altura que en 1933 se proclamó campeón mundial de los pesos pesados y tras su retirada se dedicó a la recepción.
Lo mismísimo Carlos Gardel Fue el responsable de popularizar este tango hasta su repentina muerte, ocurrida el 24 de junio de 1935, transformándolo en una especie de himno. Sin embargo, a partir de 1943, los militares iniciaron una campaña para intentar desterrar el idioma lunfardo, así como expresiones que hacían referencia a la embriaguez o que fueran consideradas inmorales, por lo que decidieron prohibir la transmisión radiofónica de esta obra. Y la censura continuó hasta 1949 cuando, bajo el gobierno constitucional de Juan Domingo PerónLos directivos de Sadaic lograron una audiencia con el presidente para dejar sin efecto esta restricción.
“Siglo XX, bullicioso, problemático y febril, el que no llora no mama y el que no se esfuerza es un tonto. ¡Pruébalo, vamos, nos vemos allí en el horno! ¡No lo pienses más, siéntate, porque a nadie le importa si naciste honorable! Es el mismo que trabaja noche y día como un buey, que vive de otros, que mata, o que cura, o que está fuera de la ley.”, concluye la letra que 90 años después y ya en pleno siglo XXI siguen manteniendo su vigencia.
