Las emociones forman parte de la vida cotidiana, de la forma en que nos relacionamos con los demás y de nuestra propia personalidad. Es cierto que, dependiendo de la situación, cada persona puede reaccionar de forma diferente, aunque hay algunos que sí lo son.
intrínseco al ser humano: como alegría.
Alegría y felicidad pueden parecer sinónimos, de hecho, están bastante relacionados entre sí, pero no son exactamente lo mismo. Uno puede ser parte del otro, aunque la felicidad es y seguirá siendo
es un objetivo que todos queremos alcanzar a lo largo de nuestras vidas. Ver el alcance de cada término es lo que nos hace conocer los límites que cada uno establece en nuestra vida.
Alegría versus felicidad, en qué se diferencia cada una
Como mencionamos, la alegría comparte espacio con todas esas otras emociones que
son necesarios para la viday cuya duración es mucho más efímera y momentánea, directamente relacionada con algún acontecimiento ocurrido en el presente o recientemente.
La principal diferencia con la felicidad es que no forma parte de ese grupo de emociones, sino que
Se considera más un estado. que puede extenderse en el tiempo, y en el que incluso puede haber otras sensaciones negativas o desagradables, pero que no afectan a esa permanencia del bienestar.
Esto es lo que separa a uno del otro. El ser humano tiene la capacidad de ser feliz, aun sabiendo que habrá momentos malos o bajos. Es una forma de vida, una categoría permanente que hace
enfrentemos los problemas que puede surgir con otra actitud.
La explicación entre unos y otros, que apoyan los expertos, hace descartar la idea que se ha concebido sobre la felicidad inmediata. La comercialización de la felicidad, que
Todo es un producto monetario. En la sociedad actual, su significado se ha distorsionado.
A través de esos libros de autoayuda, redes sociales y coaches emocionales se ha vendido la idea de que la felicidad es sentirse realizado todo el tiempo, hacer cosas divertidas y estar rodeado de gente constantemente. Pero la felicidad es algo mucho más complejo y
un compendio de varias cosasy como te contamos, no todas son siempre positivas.
La felicidad es ser consciente de nosotros mismos, de lo que vivimos en cada momento y, sobre todo, de
encontrar un propósito de vida. También está la relacionada con el hedonismo, que es otra tendencia que también ha ido ganando popularidad con el paso de los años. Pero no se trata de elegir entre uno u otro, sino de experimentar todo lo posible.
Alcanzar la auténtica felicidad no es un camino de rosas, sino la capacidad de no necesitar tanto y
estar satisfecho con lo que tienes. Por un lado, esto te anima a aspirar a tu mejor versión, pero al mismo tiempo te anima a desarrollar una visión mucho más realista y a ver las cosas para poder valorarlas. Si cambias tu mundo interno, también puedes modificar el externo, y esto funciona tanto para la felicidad como para la alegría.
