Desde la llegada de la pandemia global generada por el SARS-CoV-2, el mundo ha seguido de cerca las enfermedades infecciosas que podrían provocar que enfrentemos una situación similar. Ahora, una encuesta realizada a 187 científicos de alto nivel que trabajan en el campo de la epidemiología advierte que lo más probable es que un virus de la gripe sea el responsable de la próxima emergencia sanitaria mundial.
Según los resultados, que se presentarán en el congreso que la Sociedad Europea de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas (ESCMID) celebrará en Barcelona del 27 al 30 de abril, El 57% de los expertos consultados considera que una cepa del virus de la gripe será la causa de la próxima pandemia.
Los datos de la encuesta, revelados esta semana por el diario británico The Guardian, fueron presentados por el científico español Jon Salmanton-García, de la Universidad de Colonia (Alemania), quien desarrolló la investigación.
En entrevista con The Guardian, Salmanton-García destacó que como los virus de la gripe ya aparecen todos los años debido a las estaciones, esto ya podría considerarse “pequeñas pandemias”. Aunque están controladas, “las diferentes cepas que las causan no son lo suficientemente virulentas, pero no siempre será así”, señaló.
“La gripe sigue siendo – en gran medida – la amenaza número uno en términos de su potencial pandémico a los ojos de una gran mayoría de científicos en el mundo”destacó Salmantón-García.
El tratado pandémico
La pandemia de Covid-19 demostró lo mal preparado que estaba el mundo para afrontar una crisis como ésta, que generalmente se abordaba con criterios nacionales.
Graves deficiencias a nivel nacional y mundial afectaron una respuesta oportuna y eficaz.
El actual Reglamento Sanitario Internacional se consideró insuficiente en aquella crisis.
El director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, que advirtió en 2018 que el mundo no estaba preparado para una pandemia, quiere poner fin al ciclo de negligencia y pánico ante las crisis sanitarias.
Por esta razón, los países decidieron en diciembre de 2021 adoptar compromisos vinculantes para prevenir, prepararse y responder a las pandemias.
El borrador actual, que está lejos de ser definitivo, ha sido reducido y revisado con respecto a sus versiones anteriores. Los negociadores trabajan sobre la base de que nada está acordado hasta que todo esté acordado.
Contiene secciones sobre vigilancia, resiliencia de los sistemas de salud, trabajadores de la salud, investigación y desarrollo, producción regional, tecnología y transferencia de conocimientos. También aborda el acceso a beneficios, cadenas de suministro, compras y distribución gubernamentales, así como financiamiento sostenible.
EDWIN CAICEDO | EDITOR DE SALUD
@CAICEDOUCROS | @SALUD
Con información de AFP