EDITORIAL.- Alba Viadel, enfermera con más de 20 años de experiencia en quirófano, ha decidido tomar un camino poco convencional convirtiéndose en emprendedora y fundando su propia clínica de medicina estética, Pôeme, en Valencia. Esta decisión no sólo ha marcado un cambio radical en su carrera profesional, sino que también ha desafiado los estereotipos sobre el papel de las enfermeras en los negocios. «Sentí que había alcanzado mi cima profesional en el quirófano. Fue entonces cuando surgió la oportunidad de abrir una clínica de medicina estética y decidí subirme a ese tren que sólo pasa una vez en la vida”, explica esta enfermera.
Su clínica ofrece una gama de servicios integrales que van más allá de los estándares tradicionales de medicina estética. Desde mujeres embarazadas hasta personas sometidas a cáncer, la clínica está diseñada para satisfacer las necesidades de una amplia variedad de pacientes, destacando la empatía y compromiso que caracterizan a las enfermeras. Sin embargo, el camino de Alba hacia el establecimiento de su clínica no estuvo exento de desafíos. “Crear una empresa desde cero es un desafío constante”, afirma. Desde la creación de la marca hasta la búsqueda de financiación, esta enfermera de quirófano se ha enfrentado obstáculos el cual ha ido superando con constancia y disciplina.
La enfermera emprendedora asegura que ha establecido algunas altos estándares de calidad, porque cada tratamiento debe ser realizado o supervisado por especialistas altamente calificados. Este compromiso con la excelencia y la seguridad está en el centro de sus servicios, especialmente dada la ambición de posicionar la clínica entre las mejores de su área. Además, Alba destaca la importancia de contar con una plan de negocios sólido y bien definido para atraer inversores.
La selección del equipo de profesionales también ha sido un aspecto crucial en este proyecto de enfermería. Todos los miembros del equipo comparten el visión y misión de la marca, enfocados en la honestidad, la transparencia y la empatía. En cuanto a la promoción y comercialización de la clínica, Alba ha adoptado un enfoque centrado en los valores de la marca, destacando su compromiso con belleza segura y cuidado integralpersonas sanas y enfermas en todas las etapas de la vida.
En este proyecto, Alba ofrece asesoramiento a otras enfermeras que estén considerando emprender, enfatizando la importancia de comprometerse con el bienestar y satisfacción del paciente, además de trabajar en equipos multidisciplinarios. “El principal consejo es que el núcleo de nuestro negocio son los pacientes, las personas, por eso debemos comprometernos a ofrecerles bienestar y satisfacción con la mayor seguridad en todos los trámites. El éxito en este campo exige dedicación, esfuerzo constante y mejora continua a través de la formación y el trabajo colaborativo en equipos multidisciplinares. No se trata de competir entre profesionales, sino de sumar fuerzas”, insiste.
La historia de Alba demuestra que enfermeras tienen el potencial no sólo de brindar atención directa a los pacientes, sino también de liderar iniciativas empresariales que impactan positivamente a la sociedad. Su valentía y determinación inspiran a otros a seguir sus pasos y desafiar las normas establecidas en el campo de la enfermería.
